En el ámbito universitario, mucho se habla acerca de las actividades institucionales que afectan la calidad. En este sentido, se considera que existen cuatro actividades que influyen en los procesos de aprendizaje del estudiante y su desarrollo educativo: la calidad del método de enseñanza, la calidad del proceso de evaluación del alumno y la calidad de los cursos y del programa de desarrollo de la carrera. En este marco, un grupo de investigadores de la Universidad Adventista del Plata -conformado por la Dra. Marisa Tumino, Dra. Sonia Krumm, Mag. Evelyn Poitevin y Mag. Juan Bournissen- trabajó en un proyecto para conocer las estrategias de enseñanza y evaluación utilizadas por docentes en sus clases y su repercusión en el rendimiento académico del alumno.
Para alcanzar este objetivo los investigadores observaron 32 clases en total. Al observar las estrategias de enseñanza utilizadas por los docentes en sus clases se puntuaron las siguientes categorías:
- Crear un entorno para el aprendizaje crítico natural.
- Conseguir la atención de los alumnos y mantenerla durante toda la clase.
- Comenzar con los estudiantes en lugar de con la disciplina.
- Buscar compromisos.
- Ayudar a los estudiantes a aprender fuera de clase.
- Atraer a los estudiantes al razonamiento disciplinar.
- Crear experiencias de aprendizaje diversas.
Asimismo, se obtuvieron puntuaciones de siete categorías para las estrategias de evaluación, las cuales son: “evaluación inicial”, “estrategias de evaluación formativa”, “preguntas o ejercicios que apelan a niveles de pensamiento de orden superior”, “pertinencia de lo que se evalúa”, “vinculación de las estrategias de evaluación con las estrategias de enseñanza” y “variedad de componentes o formas de evaluación”.
Para realizar el análisis se tuvieron en cuenta los datos de las observaciones en las clases, la información de entrevistas grupales con alumnos, los Programas de las clases que participaron en la muestra y los exámenes diseñados por los docentes para ellas. Además, se obtuvieron las calificaciones promedio de los estudiantes, el porcentaje de alumnos aprobados, el porcentaje de alumnos desaprobados y el porcentaje de abandonos respectivos.
A partir del análisis cualitativo, se hallaron diversas prácticas docentes que favorecen un proceso de enseñanza y aprendizaje óptimo. Éstas pueden ubicarse en las siguientes categorías:
- Prácticas docentes que despiertan el interés de los alumnos. Las prácticas que reflejan el interés de los docentes pueden traducirse en innumerables formas, tales como conceder oportunidades excepcionales para que los alumnos aprendan y aprueben la materia (explicaciones adicionales y extra clase, trabajos compensatorios, indicaciones sobre bibliografía complementaria, etc.), analizar y emplear las formas de evaluación que se adapten a los estilos de aprendizaje de los alumnos, programar actividades complementarias para propiciar experiencias de aprendizaje, mostrar compromiso en actividades extracurriculares con los alumnos de forma tal de proveer nuevos escenarios de aprendizaje, atender necesidades personales de los alumnos que trascienden las actividades del aula, innovar estrategias y materiales de estudio a los efectos de contribuir con el proceso de enseñanza-aprendizaje, formular preguntas que promuevan el pensamiento de orden superior, favorecer la integración de los contenidos a través de la resolución de problemas y análisis de casos; conceder espacios para responder a las inquietudes de los alumnos proporcionando así oportunidades para disminuir sus temores y ansiedades. En esta categoría, un aspecto interesante a destacar fue que la participación del docente en actividades altruistas y solidarias en beneficio de la comunidad despierta el interés del alumno por las clases e incrementa su compromiso con el aprendizaje de los temas tratados.
- Prácticas que muestran el compromiso del docente con el aprendizaje de sus alumnos. En esta categoría se destacan el uso de organizadores conceptuales, el respeto del alumno como persona, y el tratamiento constructivo del error, utilizándolo como una instancia de aprendizaje significativo. También, la flexibilidad metodológica para cambiar estrategias didácticas según las necesidades de los alumnos, la conexión entre teoría y práctica, la motivación del aprendizaje con pares; el enseñar a aprender, compartiendo estrategias para el estudio; la incorporación de recursos tecnológicos; la variedad en las estrategias de evaluación, etc.
- Prácticas que muestran preparación de las clases. En esta categoría se observó la necesidad de planificar cuidadosamente las clases, presentando un panorama íntegro de la asignatura, ayudando a los alumnos a situarse dentro del entramado de contenidos.
En síntesis, según indicaron los especialistas, las observaciones y análisis efectuados muestran que la presencia de las estrategias de enseñanza empleadas por los docentes que propician el aprendizaje autónomo de los alumnos se traduce en un rendimiento académico deseado. Los hallazgos confirman la importancia del diseño e implementación de estrategias que construyan escenarios propicios para el autoaprendizaje y que estimulen los procesos de pensamiento de orden superior.
Al mismo tiempo, se vuelve a observar que el ambiente de aprendizaje de una clase, en gran medida depende del tono que le imprime el docente: de su esfuerzo por diseñar actividades que muevan el pensamiento profundo y de sus habilidades para conducir y organizar la clase hacia un aprendizaje para la comprensión.
Fuente: argentinainvestiga.edu.ar Imagen: Archivo de imágenes
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