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Estados Unidos aprobó el cultivo del trigo tolerante a la sequía desarrollado por el CONICET

Estados Unidos aprobó el cultivo del trigo tolerante a la sequía desarrollado por el CONICET

Siendo una tecnología considerada única a nivel mundial, esta variedad de trigo resultado de un trabajo científico del CONICET

Esta medida del gobierno de Estados Unidos, autorizó la posibilidad de cultivar en su territorio y sin restricciones, el trigo transgénico, tolerante a la sequía. La variedad trata de una variedad del cultivo que incorpora la tecnología HB4, desarrollada en la Argentina por el CONICET.

Siendo una tecnología considerada única a nivel mundial, es resultado de un trabajo científico del CONICET. En cuanto a la investigación, fue liderada por la científica del Consejo Raquel Chan en el Instituto de Agrobiotecnología del Litoral, junto con la empresa nacional de alcance global Bioceres Crop Solutions.

La iniciativa permitirá sembrarlo sin restricciones en ese país, uno de los mercados de trigo más importantes a nivel mundial.

Cultivo de trigo resistente a la sequía desarrollado por el CONICET

Con un gran aporte a la ciencia y al sector agro, el proceso de investigación que llevó Chan y a su equipo al desarrollo de la tecnología HB4 tuvo un primer punto de inflexión en el descubrimiento de un gen del girasol que le confiere a esta planta mayor tolerancia al estrés por déficit hídrico.

En este sentido, Chan explicó que el proceso de investigación y desarrollo comenzó con una pregunta de ciencia pura y fundamental: “¿Cómo es que el girasol es más resiliente al estrés por déficit hídrico que la soja o el trigo?” La búsqueda de responder esa pregunta fue un impulso clave para al descubrimiento del gen HaHB4.

Los primeros ensayos para el desarrollo de transgénicos consistieron en introducir este gen en semillas de Arabidopsis thaliana, planta comúnmente utilizada como modelo experimental a nivel de laboratorio, y obtuvieron los resultados esperado: las semillas que incorporaban el gen del girasol obtenían mayor tolerancia al estrés hídrico.

Además, en alianza con Bioceres, comenzaron a probar qué ocurría al incorporar el gen en cultivos de interés agronómico, como soja, maíz, alfalfa y trigo, y obtuvieron, en la mayoría de los casos, resultados exitosos, que se continuaron en nuevos estudios.

Por último, estudiaron el comportamiento de estos cultivos a nivel laboratorio, en el invernadero y posteriormente en el campo fue una investigación de muchos años en la que participaron especialistas en distintas disciplinas como la biología molecular, la genética, la agronomía y la bioinformática.

Foto de Unsplash.