En 2014 el museo decide festejar el recorrido de sus dos sedes con una serie de eventos que comprenden muestras, recitales, intervenciones, cenas y fiestas fieles a su estilo y tradición.
Los ex-Silos Davis, donde está emplazado el Macro, y el edificio proyectado por Hernández Larguía y Newton, que alberga al Castagnino, demandan hoy adaptaciones en sus espacios para lograr la adecuada conservación del patrimonio que atesoran.
La Municipalidad de Rosario, el Museo Castagnino+macro y la Fundación Castagnino agradecen el apoyo y aporte brindado por cada rosarino, posicionando a la ciudad, cuna de grandes artistas en todas sus expresiones, como referente destacado de la cultura nacional.
Acerca del Museo Castagnino+macro
Esta particular institución resguarda más de cuatro mil obras: piezas que son conservadas, estudiadas y exhibidas mediante propuestas curatoriales que abordan los discursos de legitimación histórica, y también la versatilidad y el riesgo que conlleva lo contemporáneo.
Este conjunto de obras, que se ha ido conformando en más de siete décadas, constituye hoy la colección de arte argentino más importante del país.
El Museo Municipal de Bellas Artes «Juan B. Castagnino», heredero del antiguo Museo de Bellas Artes (1920), fue proyectado por el arquitecto rosarino Hilarión Hernández Larguía y el ingeniero Juan Manuel Newton.
Es el primer edificio de la Argentina proyectado para funcionar como museo. Fue donado, con parte de su colección, a la Municipalidad de Rosario por
A fines del siglo pasado, el Museo Castagnino decide ampliar su colección, proyectándose al siglo XXI al focalizar su interés en el arte contemporáneo argentino. Se hizo imprescindible una redefinición del histórico Castagnino y debido a cuestiones estructurales se debía encontrar un lugar apropiado para lo que sería una nueva sede que pudiera contener este nuevo patrimonio adquirido.
Nace así el Macro, Museo de Arte Contemporáneo de Rosario, el 16 de noviembre de 2004. Para ello, los silos Davis fueron reciclados por la Municipalidad de Rosario. El edificio consta de 10 pisos para salas y oficinas y ocho cilindros usados originariamente para el almacenamiento de granos, cuya pintura es renovada periódicamente sobre la base de proyectos elegidos por concursos nacionales. Esos diseños coloridos y su imponente presencia al borde del Paraná ya son un emblema de la ciudad.
Imagen: Archivo de imágenes.
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