Por Stella Maris Andretich. Licenciada en Psicopedagogía. Mat. 105
….Que ser buenos y ávidos lectores nos abre un mundo de posibilidades, nadie podría negarlo. Que la lectura es una de las mejores habilidades que podemos estimular en nuestros hijos, tampoco.
Sin embargo, ¿nos preocupamos, o mejor dicho, nos ocupamos de sembrar verdaderamente este interés en los más chicos?
Si bien la adquisición de la lecto escritura se encuentra como un objetivo a cumplir en 1er. grado del nivel primario, su génesis comienza mucho antes, y en tal sentido, es muy valioso lo que podemos hacer desde nuestro lugar como papás.
Leer junto a nuestros hijos debería ser un tiempo de encuentro, deseado por ambas partes, una instancia de diversión, de verdadera comunicación.
En este sentido, y para lograr que verdaderamente sea un momento de disfrute y aprendizaje, tenemos que proponer la lectura desde un lugar de “acción”, contrariamente al imaginario de pasividad con que muchas veces se asocia la lectura: ”te leo un cuento para que te duermas”, o… “ahora todos nos callamos y nos quedamos quietos para escuchar una historia”.
Esta acción en la propuesta es la que convertirá a la lectura en algo deseado y esperado por nuestros hijos.
Dentro del marco de las investigaciones psicolinguísticas realizadas sobre la naturaleza del acto de lectura, “… la lectura es concebida como un proceso centrado en la comprensión del mensaje; lejos de ser un aspecto pasivo de la comunicación, la lectura es un proceso eminentemente activo, a través del cual el lector construye el significado del texto…”[1]
Pero, ¿cómo lograr que un niño en edad preescolar participe, se involucre y sea protagonista activo en la lectura que le estamos ofreciendo?
Es fundamental formular preguntas y respuestas sobre lo que les estamos leyendo, logrando de esta manera la conexión necesaria para que lo que “oyen” cobre sentido. Además, realizar señalamientos sobre las imágenes es un recurso interesante, ya que permitirá que los chicos puedan asociar nombres y personajes, recordando y relacionando los sucesos.
No debemos olvidarnos asimismo, de establecer vínculos entre lo escuchado y las imágenes con las experiencias vividas por el niño, lo cual le permitirá “adueñarse” de las situaciones, atenuando temores, resignificando hechos o valorando diferentes momentos.
Y también es altamente recomendable, al finalizar la lectura, reconstruir el cuento, asumiendo – padres e hijos- el rol de los diferentes protagonistas. Esto ayudará a los pequeños a retener las acciones, y les dará seguridad a tal punto de “controlar” los que se les ha leído.
Un buen indicador que estamos por el camino correcto aparece por ejemplo, cuando un niño “se adelanta” y nos relata cómo continua el cuento que estamos leyendo en la página siguiente…y ni hablar cuando nos pide que leamos una y otra vez la misma historia!
A la biblioteca, desde el nivel inicial!
Para fomentar el gusto por la lectura y a su vez generar en los pequeños el hábito de leer, una muy buena idea es armar en casa o en la escuela una colorida biblioteca con variadas propuestas. Hacerlos partícipes por ejemplo, de cómo ordenar libros, cuentos y mapas. Buscar diferentes estrategias para que puedan “sacar” libros y una vez “leídos”, devolverlos en determinada fecha. De paso, también estaremos enseñándoles cómo cuidar un bien que no les pertenece sólo a ellos, sino que es de todos (familia o compañeros de la salita) y debe volver a su lugar en excelentes condiciones…
En algunas escuelas los chicos tienen hasta su propio carnet de socios de la biblioteca…por su puesto, hecho por sus propias manos!
Maratón de Lectura
La Fundación Leer organiza su 12a. Maratón Nacional de Lectura, que este año se llevará a cabo el próximo 19 de Septiembre.
Esta excelente propuesta busca involucrar a docentes, chicos y familias para que disfruten de una jornada de lectura y actividades recreativas, comunicando a la sociedad en general que leer es una actividad placentera, fundamental para la educación y el desarrollo de los niños.
Para mayor información se puede ingresar en maratón.leer.org
En una conferencia para la Unión Internacional de Editores, la reconocida Emilia Ferreiro[2] expresó muy claramente:
“…Todas las encuestas coinciden en un hecho muy simple: si el niño ha estado en contacto con lectores antes de entrar a la escuela, aprenderá más fácilmente a escribir y leer que aquellos niños que no han tenido contacto con lectores…”
“…¿En qué consiste ese «saber» pre-escolar? Básicamente, en una primera inmersión en la «cultura letrada»: haber escuchado leer en voz alta, haber visto escribir; haber tenido la oportunidad de producir marcas intencionales; haber participado en actos sociales donde leer y escribir tiene sentido; haber podido plantear preguntas y obtener algún tipo de respuesta…”
La lectura compartida puede ser una fabulosa oportunidad para acompañar el crecimiento de nuestros hijos, siempre que sea vivenciada como un tiempo de verdadero goce y disfrute, permitiendo al niño ocupar un lugar protagónico: el de cimentar su propia historia.
[1] Comprensión lectora y expresión escrita: experiencia pedagógica. Alicia Palacios de Pizani- Magaly Muñoz de Pimentel- Delia Lerner de Zunino. Aique.
[2] Emilia Ferreiro nació en Argentina. Es psicóloga, educadora, y doctora por la Universidad de Ginebra, donde realizó su tesis bajo la dirección de Jean Piaget. Sus investigaciones sobre alfabetización fueron realizadas principalmente en Argentina y en México, país donde actualmente reside.
Lee este artículo en la edición N°20 de Aptus Propuestas Educativas: www.aptus.com.ar/revista/
Imagen: sxc.hu
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