En el marco de la primera conferencia magistral sobre “Fortalecimiento de la Educación” incluida en la capacitación de docentes santafesinos y que forma parte del convenio que recientemente firmó la ministra Claudia Balagué con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Santa Fe recibió a Ángel Díaz Barriga y Bertha Orozco Fuentes, investigadores del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE).
Ángel Díaz Barriga, investigador mexicano en materia de educación, sostuvo que cuando uno piensa un cambio curricular, una adecuación de planes de estudio, lo que uno se enfrenta es a un reto. “En este sentido, lo que necesitamos es pensar a qué obedece este interés de modificar un plan de estudio”, agregó.
El investigador agregó que otra pregunta que habría que responder es qué es lo general en todo cambio curricular y que es lo específico en la formación docente, además de cómo realizar un cambio curricular que no sea de arriba hacia abajo, del Ministerio de Educación hacia los docentes, ni de abajo hacia arriba, por la imposibilidad técnica de que todos los docentes estén participando en los grupos de redacción.
Diaz Barriga se preguntó si el docente es un profesionista o un empleado, y cómo se asumen los docentes. “Un empleado cumple un contrato, a la hora de salida sale; pero un profesional tiene un reto. Como alumno, yo estoy esperando que el docente diseñe una estrategia para mi aprendizaje. No estoy diciendo que me la haga fácil, que me de la clase, lo que estoy diciendo es que el docente se enfrente al reto de cómo le creo a este alumno una condición de aprendizaje donde él también tiene que poner un esfuerzo”, ejemplificó.
El disertante expresó: “Para pensar la docencia como profesión creo que debemos recurrir a la sociología de las profesiones. Efectivamente, tenemos un cuerpo de saberes propios, pero no logramos imponerlos en el plan de estudio ni en la sociedad. Los medios de comunicación cuestionan el trabajo docente y no tenemos capacidad para decirles que los alumnos salen mal del trabajo de matemáticas, pero no es solamente nuestra responsabilidad. Es una responsabilidad social donde también las familias guardan relación, donde los medios de comunicación guardan relación. Empecemos a asumir nuestras responsabilidades. El problema tiene que ser enfocado desde una dimensión mucha más amplia. Nuestro estatus en este momento está puesto en cuestión, reconozcámoslo. En este momento la sociedad duda de contar con un buen cuerpo de profesores. Y yo creo que es algo que las instancias de formación de profesores y los mismos profesores tenemos que trabajar, para que en la sociedad se nos empiece a tratar de otra manera”.
Díaz Barriga manifestó que los docentes consideran que los alumnos deben seguir fieles a la palabra, al pizarrón y al libro, cuando nuestros estudiantes están obteniendo información desde otros lugares. “Tienen una hiper estimulación y, por lo tanto, mayor precocidad. Es ahí donde entra el tema de la sexualidad integral. Cada vez vamos encontrando más temprano el desarrollo de la sexualidad, y no es porque sean diferentes a como fuimos nosotros, sino que es porque están fundamentalmente con mayores estimulaciones de todo su entorno”, agregó.
“En toda reforma curricular hay temas que permanecen, porque son saberes nucleares de la profesión. Una reforma curricular no es cambiar todo, implica también la permanencia de aquello que sostiene una formación profesional. Es, de alguna manera, necesario encontrar un equilibrio entre una sólida formación disciplinaria y una sólida formación pedagógica. Y la integración de esto en el acto educativo, con tres ejes: lo pedagógico, lo disciplinar y la integración en la práctica docente”, explicó Barriga Diaz.
El investigador mexicano sostuvo que el reto es cómo crear una síntesis entre un modelo de arriba hacia abajo y un modelo de abajo hacia arriba, que la reforma no es solamente cambiar las asignaturas y que el otro problema es cómo logramos que los docentes tomen el proyecto curricular como una posibilidad de cambio.
“Formar un docente es un reto enorme para quien intenta realizar esta tarea, pero vale la pena enfrentar este reto. Tenemos que asumir que hay un cambio en el ser docente, lo que significa formar en responsabilidad frente a la formación y el aprendizaje, frente a la pasión intelectual y frente al desarrollo profesional en su tarea, una capacidad para entender nuevas formas de ser en el alumno, nuevas formas de aprender, nuevas formas de conocer y la necesidad de traducir temas en problemas” finalizó Díaz Barriga.
Imagen: dgcs.unam.mx
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