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El colegio Nuestra Señora del Huerto informa sobre la Beatificación de la Hna. María Crescencia Pérez.

Tendrá lugar en Pergamino el 17 de noviembre de 2012.

Tal como lo expresaron las autoridades del Colegio Nuestra Señora del Huerto en el boletín anterior (En la Iglesia 1/2012), este año se presenta rico en celebraciones y eventos importantes para la historia institucional y eclesial. «Todo sea para nosotros una llamada a la alegría y a la santidad, una alegría y una santidad que deben reflejarse en nuestra vida apostólica, comunitaria, familiar y personal» expresó la Hna. Terezinha Maria Petry, Superiora General.

Dichas expresiones de alegría y agradecimiento se deben a que Iglesia ha reconocido la santidad de la Hermana María Crescencia y ha promulgado el milagro acaecido a través de su intercesión. La Beatificación se llevará a cabo el 17 de noviembre en la ciudad de Pergamino y estará presidida por el Delegado Papal S. Em. Card. Angelo Amato.

Por otro lado cabe destacar que tanto la provincia de Santa Fe como la de Buenos Aires han decidido dar inicio a una serie de iniciativas orientadas a preparar el aspecto spiritual del evento. «Es importante ahora hacer lo posible para dar a conocer la figura de nuestra Beata, sobre todo, presentando el ejemplo de su santidad cotidiana, en las pequeñas y grandes cosas, más aún, especialmente en las pequeñas. Creo, espero que todos nosotros procuremos en nuestro ámbito de acción, ¡hacerla conocer, invocar y amar!» concluyó la Hna. Terezinha.

La Hermana María Crescencia Pérez, nació en San Martín, provincia de Buenos Aires, el 17 de agosto de 1897. Muy pronto se trasladó con su familia a Pergamino donde transcurrió su adolescencia en un clima de profunda fe religiosa, dedicándose a los estudios y al duro trabajo en los campos. En 1915 entró en el Noviciado de las Hijas de María Santísima del Huerto en Buenos Aires donde, el 7 de septiembre de 1918, emitió sus votos religiosos. Los primeros años de su vida religiosa los ofrendó a los niños. En 1924 se dedicó con el mismo entusiasmo a los enfermos, especialmente a los niños tuberculosos en el Sanatorio Marítimo Solarium de Mar del Plata y murió a los 35 años el 20 de mayo de 1932 con gran pesar de la población local que hablaba de ella como de la «santita».

El milagro reconocido se refiere a una joven víctima de hepatitis A fulminante, agravada por una diabetes infanto-juvenil, cuya posible y única solución podría haber sido un trasplante hepático que no se realizó, ya que invocada la intercesión de la Hermana Crescencia sobre una reliquia de la Sierva de Dios, a los cinco días el mal había desaparecido sin que mediara explicación científica.