Los datos encendieron una señal de alarma: solo el 25,2 % de los alumnos lee con fluidez, mientras que el resto se encuentra en niveles de lectura muy por debajo del esperado. El ministro de Educación, José Goity, calificó la situación como una “catástrofe educativa”.
Evaluación histórica y cifras contundentes
La evaluación alcanzó a 50.402 alumnos de segundo grado, lo que representa un 95 % de los 52.926 niños y niñas que cursaron ese año en instituciones de gestión pública y privada, tanto en zonas rurales como urbanas.
Según los resultados:
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38,8 % de los estudiantes se encuentra en el nivel “pre-lector principiante 1”.
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36 % tiene un perfil de “principiante 2”.
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Solo el 25,2 % alcanzó el nivel “intermedio fluido”.
Goity fue categórico: “Tenemos 4.500 chicos que no saben leer. Sabemos sus nombres y vamos a actuar”. A eso se suman 15.000 estudiantes que no logran leer al menos 22 palabras por minuto, lo que indica una gran dificultad en la fluidez lectora. “Sabemos que podemos revertir esta situación”, aseguró.
Brecha educativa según el nivel socioeconómico
Uno de los aspectos más preocupantes de la evaluación es el fuerte impacto de la desigualdad:
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En el nivel socioeconómico bajo, el 58 % de los estudiantes no lee con fluidez, mientras que esa cifra se reduce al 13 % en sectores altos.
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A su vez, el porcentaje de lectores fluidos en el nivel alto asciende al 44 %.
“Es inaceptable que el lugar donde naciste determine si vas a aprender a leer o no. Tenemos el método, los recursos y el sistema para cambiar esto, y lo vamos a hacer”, afirmó el ministro.
Acciones concretas del Plan Raíz
Desde la gestión provincial se pusieron en marcha varias medidas a partir de estos resultados:
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Alfabetización de 104.827 estudiantes de primer y segundo grado.
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Entrega de más de 300.000 libros a 1.700 escuelas.
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Capacitación de 7.396 docentes y directivos.
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Creación de 20 sedes de formación.
Además, se implementará un Programa de apoyo a la alfabetización plena para 3° Grado, con:
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Tutorías personalizadas para quienes no saben leer ni escribir (20 minutos, dos veces por semana).
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Capacitaciones virtuales para docentes.
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Distribución de materiales didácticos para más de 210.000 docentes y alumnos.
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Ateneos didácticos en escuelas priorizadas.
El diagnóstico es crudo, pero hay una hoja de ruta. Como dijo Goity, “esto marca un antes y un después”. La alfabetización no puede esperar, y este plan busca saldar una deuda histórica con miles de chicos y chicas que hoy necesitan aprender a leer para poder escribir su futuro.
