La conocen como “Scann” y no es casual. Es que Evelin es antes que nada una activista que trabaja por y para la cultura a través de la digitalización de los archivos. Por medio de escáneres instalados en bibliotecas, Evelin promueve que el derecho a la información y a la educación no sea solo una premisa teórica y que todos tengan el mismo acceso al conocimiento.
Una biblioteca digital
La antesala de su proyecto surgió cuando recién empezaba la carrera de Letras, cuando con un grupo de compañeros crearon una biblioteca digital llamada “BiblioFyL”, donde compartían los materiales que necesitaban para estudiar en las carreras de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. El proyecto recibió una intimación legal que recibieron por violar la ley de propiedad intelectual, la 11.723.
A partir de esa experiencia, Evelin comenzó a interesarse en la problemática del derecho de autor y cómo estas leyes restringían el acceso a la cultura y al conocimiento, en una época en que las tecnologías digitales permiten ampliar el acceso a los bienes culturales.
Dar acceso al conocimiento
Actualmente Evelin trabaja en el Museo del Cine “Pablo Ducrós Hicken” y es miembro de Creative Commons. Hace unos años conoció el proyecto de los escáneres “Do it Yourself”, creado por el ingeniero y hacker estadounidense Daniel Reetz y quiso comenzar a difundirlo en Argentina.
“Conocí los escáneres gracias a un amigo que hace redes comunitarias (altermundi.net) , quien me pasó el link al foro DIY, forum.diybookscanner.org. A partir de la intimación legal que recibimos y después de involucrarme más con el tema de la propiedad intelectual, empecé a entender la importancia del dominio público y a darme cuenta de que hay un montón de material en el dominio público que no está digitalizado”, expresó Evelin a este medio.
Estos escáneres son artesanales, de bajo costo y de fácil fabricación, lo que otorgan una oportunidad para que las bibliotecas e instituciones culturales puedan preservar y difundir sus materiales con una pequeña inversión: la décima parte que un escáner industrial.
Evelin comenzó a difundir el proyecto, por eso armó e instaló escáneres para diferentes instituciones como el Museo Histórico Nacional, Facultad de Filosofía y Letras (UBA), Museo del Cine “Pablo Ducrós Hickén”, Creative Commons Uruguay, Publicaciones Periódicas del Uruguay (hoy Proyecto Anáforas), Academia Argentina de Letras, Biblioteca “Feminaria” del Centro Cultural Tierra Violeta, entre otros.
Acceso abierto
Consultada acerca de cómo se encuentra Argentina en materia de leyes sobre propiedad intelectual y datos abiertos, Evelin cuenta que es una situación mixta: “Tenemos leyes muy buenas como la Ley de Acceso Abierto, aunque sigue habiendo problemas en torno a lo que se considera ´acceso abierto´. Estrictamente, solo las licencias libres, como la CC Cero, la Atribución y Atribución, Compartir Igual, garantizan el acceso abierto; no las licencias abiertas con restricciones como la No Comercial. Y hay una discusión abierta sobre la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual, que surgió el año pasado a través de la Dirección Nacional de Derecho de Autor, pero no podemos hablar de una reforma sin discutir antes el dominio público pagante”.
En este aspecto, Evelin agrega: “Hay que dar un debate integral por la reforma del marco jurídico de la propiedad intelectual (y no solamente la ley 11723) y combinarla con todo otro montón de leyes que hoy no tenemos y necesitamos. Cualquier política de digitalización se va a llevar muy mal con el contexto restrictivo actual de la ley de propiedad intelectual, que casi no tiene excepciones”.
Taller de digitalización
Además de liderar el proyecto de escáneres de libros, Evelin se dedica a dar cursos y capacitaciones en su Taller de Digitalización (http://adigitalizar.org), un curso de 5 clases orientado a introducir a los interesados en algunos aspectos clave de la digitalización y herramientas para llevarla a cabo. “Trabajamos los aspectos teóricos y prácticos de cómo empezar un proyecto de digitalización y vamos viendo los distintos pasos involucrados”, detalla Evelin.
El futuro del libro
Por último, Evelin dio su visión respecto al futuro del libro físico y del diario papel:
“Creo que el soporte digital tiene algunas ventajas sobre el papel que están muy claras: es más fácil de producir, es más barato, es más fácil buscar otros recursos de lectura mientras leés y es ubicuo. Pero también tiene sus desventajas, como reseñamos alguna vez en el blog adigitalizar.org, por ejemplo, favorece más la desconcentración y la lectura poco atenta. Para mí lo que va a terminar pasando es que se van a ir diferenciando cada vez más los usos y también los objetivos (para qué leemos), vamos a elegir qué cosas vamos a leer en papel y qué cosas en digital, y dentro de estas últimas también en qué dispositivos vamos a leer cada cosa. En general, los lectores intensivos ya hacen estas distinciones, por eso alguien que está estudiando una carrera universitaria suele comprarse fotocopias: porque los libros que usás para estudiar, salvo raras excepciones, no son los libros que te comprás porque querés”.
“Yo creo que lo importante de leer es que te guste hacerlo y que lo que sea que hagas que te apasione, después las cantidades son criterios relativos. También hay otras formas de aprender que no pasan por la cultura letrada y que está bueno que estén presentes”, concluyó.
Imagen: keywordlister.com
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