Aptus | Noticias de educación, cultura, arte, formación y capacitación

Día Internacional contra la Violencia y el Acoso en la Escuela

Cada primer jueves de noviembre se conmemora el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso en la Escuela, incluido el Ciberacoso, proclamado por la UNESCO en 2019, con el fin de visibilizar –y revertir– las múltiples formas de violencia y acoso que afectan a cientos de millones de niños y adolescentes en el entorno escolar. 

¿Por qué es importante?

  • Las escuelas deberían ser espacios de aprendizaje, crecimiento y desarrollo. Sin embargo, cuando el acoso o la violencia están presentes, el derecho a la educación, la salud y el bienestar de los estudiantes se ve comprometido.

  • El acoso escolar no se limita al aula: en la era digital, el ciberacoso prolonga el maltrato incluso fuera del horario escolar, con efectos nocivos para la salud mental, el rendimiento académico y las relaciones sociales.

  • Según la UNESCO, alrededor de uno de cada tres estudiantes ha sido víctima de agresiones físicas o de acoso en algún momento del año escolar.

Temas clave en la agenda

Algunos de los ejes más relevantes que se abordan en esta conmemoración:

  • Violencia y acoso en línea (ciberacoso): Las tecnologías amplían los escenarios del acoso y requieren nuevos protocolos de actuación.

  • Entornos de aprendizaje inclusivos y seguros: Considerando género, discapacidad, origen étnico y otros factores de vulnerabilidad.

  • El papel de la comunidad educativa: Docentes, familias, estudiantes y autoridades deben colaborar para prevenir, detectar y actuar frente a la violencia.

  • Políticas y protocolos de actuación: Es clave que los sistemas educativos cuenten con estrategias claras para intervenir ante episodios de maltrato o acoso.

¿Qué podemos hacer en la práctica?

  • Fomentar una cultura de respeto desde el aula: dialogar con los estudiantes sobre qué es acoso, cómo reconocerlo y qué roles (agresor, víctima, testigo) pueden existir.

  • Integrar la educación digital responsable en los planes de estudio: enseñar no solo a usar la tecnología, sino a responsabilizarse de su uso, detectar acoso online y cómo dar apoyo.

  • Crear protocolos internos claros en escuelas e instituciones: vías de denuncia, acompañamiento de víctimas, seguimiento y recuperación.

  • Involucrar a las familias: los padres y madres deben conocer las dinámicas del acoso y colaborar con las escuelas para prevenirlo.

  • Visibilizar la fecha y aprovecharla para generar actividades: charlas, talleres, cartelería, redes sociales, exposiciones que sensibilicen.

En pocas palabras

No basta con decir “qué pena que ocurra”. Celebrar este día significa comprometerse a que ningún estudiante vaya al aula con miedo. A que el entorno escolar sea seguro, inclusivo y promotor de aprendizaje y bienestar. Y que cuando la violencia – física, verbal o digital – aparezca, no se tolere, se detecte y se actúe.