El filósofo Darío Sztajnszrajber es uno de los referentes de la filosofía argentina actual. El académico hace radio en Nacional Rock y Futurock, da un curso de filosofía en formato on line en Ciudad Cultural Konex y conduce uno de los ciclos de la propuesta Seguimos Educando.
Docente de la Universidad de Buenos Aires y de la de Hurlingham, Sztajnszrajber reflexiona sobre las formas de divulgación y reivindica la tarea de Canal Encuentro, la señal creada en 2007 de la que se siente un emergente.
Tu recorrido es una combinación de lo académico y lo mediático. ¿Cómo te gusta pensar ese cruce?
-D.S.: Hay un conflicto histórico entre divulgación y academia que es una tensión muy interesante que genera la posibilidad de una reinversión de cada una. La academia suele cerrarse frente a las propuestas de divulgación pero la academia está hecha de personas y al interior de ese campo hay de todo. Muchos llegamos desde la academia a la divulgación y otros desde la divulgación empezaron a tener una inserción en el mundo académico. Me paree que había un conflicto más exacerbado entre academia y divulgación en los 90.
«En la Argentina se creó un proyecto de política cultural, educativa y comunicacional que fue Canal Encuentro que, de alguna manera, zanjó cierta controversia. Soy un emergente de Canal Encuentro».
El ingreso a los medios masivos
Mi presencia en los medios se debe exclusivamente a un proyecto de política cultural donde hubo una decisión política de poner al Estado al servicio de la reinversión de aspectos históricamente muy cuestionados como la educación, la comunicación. A veces me parece que Canal Encuentro es un proyecto injustamente subvaluado. Es un gran ejemplo de una política pública que funciona, que cumple sus objetivos, que son la transformación de la realidad. No hay escuela que no use algún programa del canal y que les permita seguir reinventando la tarea áulica. Muchos de esos programas, más allá de los premios internacionales, son reconocidos en todo el mundo de habla hispana.
Las cosas claras para no perder el concepto filosófico
Tuvo como primer objetivo no perder el rigor, el valor académico y el rigor del conocimiento pero con formas de transmisión más propias del mundo de los medios.
«Mentira la verdad» estuvo 3 veces nominado al Emmy que es el premio que da la televisión internacional comercial.
Durante el macrismo todo lo que se había generado en Canal Encuentro siguió presente. Mas allá de la gestión, los programas siguieron circulando porque había algo sembrado ahí. No se puede hablar de la divulgación en la Argentina si no es a partir de ese cambio revolucionario que significó Canal Encuentro.
Empezaste otro curso en el Konex. ¿Cómo evaluás esa experiencia?
-D.S.: Es el tercero que hago, ya di dos de ocho clases cada uno así que casi sistemáticamente estoy dando este curso desde junio. Estoy sorprendidísimo no solo por la cantidad de gente sino por cómo se ampliaron potencialmente las posibilidades de que muchas personas asistan viviendo en lugares muy alejados. Cambia un poco la lógica porque una persona en su casa con el link genera también un acontecimiento familiar, que en el curso estén el padre, la madre, el hermano. Y en la medida en que se fueron resolviendo los problemas técnicos, ahora estoy muy cómodo. Se reemplaza lo que hago históricamente que es viajar. Hoy tengo estudiantes de Rosario, Montevideo, Córdoba, La Plata que eran lugares donde daba los cursos de manera presencial.
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