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pilares del aprendizaje

¿Cuáles son los pilares del aprendizaje?

Los cuatro pilares del aprendizaje fueron acuñados por la Unesco en 1996 con la publicación de La educación encierra un tesoro, escrito por Jacques Delors

Las emociones no pueden ser dejadas de lado en el proceso de aprendizaje porque «sostienen los aprendizajes y sabemos que es una condición para aprender. Sabemos que si tenemos una emoción de alegría, de felicidad y de confianza vamos a tener mucha más apertura al aprendizaje, y eso la neurociencia lo sabe. Pero si tenemos una emoción de amenaza o de miedo nos va a costar mucho más que lograr un aprendizaje profundo», cuenta Bernardita Jensen, Directora del área de Desarrollo Integral de Fundación Mustakis.

Los cuatro pilares del aprendizaje fueron acuñados por la Unesco en 1996 con la publicación de La educación encierra un tesoro, escrito por Jacques Delors, político y economista francés, presidente de la Comisión Europea entre 1985 y 1995, quién planteó esta teoría con miras a futuros objetivos que la educación enfrentaría en el siglo XXI.

Pero entonces, ¿cuáles son los pilares del aprendizaje?

  • Aprender a ser uno mismo:

Este concepto se basa en el desarrollo de la libertad personal para pensar, emitir juicios, imaginar sin límites y sentir. Para partir con la aplicación de estos conceptos debemos tener preparación previa; no obstante, podemos experimentar en las aulas con ejercicios de mindfulness, yoga para niños y caminatas conscientes.

En medio de este proceso pueden surgir dudas, pero una vez que los docentes prueben «van a comprobar que las experiencias son productivas y que además invitan a conocer más de nosotros mismos, porque implica fortalecer nuestra capacidad de atención y concentración», cuenta Bernardita Jensen.

  • Aprender a aprender:

Tal como indica su nombre, lo que se busca es aprender a desarrollar competencias tales como la autonomía, para que niñas, niños y adolescentes tomen decisiones, desarrollen sus propias ideas y tengan la iniciativa de aprender.

Aquí la curiosidad y las emociones toman un rol importante como catalizadores de este proceso. Bernardita Jensen hace énfasis en ejemplificar que «cuando un niño está empezando a leer y escribir, el que más cuentos escuchó y al que más lo dejaron conversar, es el que descubrió más palabras nuevas».

Mientras que en matemáticas podemos introducir este concepto con preguntas: ¿Cuánto pesará una ballena blanca? Implica hacer el cálculo mental e imaginarse. Generar un imaginario. Y eso indirectamente va a generar un incremento en las habilidades matemáticas a través del juego.

  • Aprender haciendo:

Este pilar busca respetar las dinámicas naturales de cómo aprende el cerebro humano, contrario a la lógica donde el docente habla durante gran parte de la clase como forma de transmisión de conocimientos.

«Entonces, el aprendizaje tiene una visión constructivista porque entendemos que uno aprende cuando construye, no cuando alguien te lo está diciendo. La forma más ineficiente de aprender algo es escuchar a otro», concluye Bernardita Jensen.

  • Aprender colaborativamente:

La convivencia debe ser el centro de todo proyecto educativo porque implica competencias como la empatía, la escucha activa y la colaboración.

El aprender colaborativamente busca que los estudiantes vivencien y comprendan las ventajas del trabajo asociativo; mientras se nutren con nuevos puntos de vista porque en esta formación se estimula el pensamiento crítico. De hecho, en la formación integral la retención de conocimiento es mayor que en un sistema tradicional, ya que este último no da lugar a cuestionamientos y se basa principalmente en la memorización.

 

Fuente: fundacionmustakis.org
Foto de Kelly Sikkema en Unsplash

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