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Consenso federal y evidencia: la alfabetización se consolida como prioridad educativa en Argentina

La alfabetización inicial logró algo poco frecuente en la Argentina y en la región: un consenso amplio, transversal y sostenido en el tiempo.

Así lo destacaron especialistas de organismos multilaterales, autoridades educativas y referentes de la sociedad civil durante el Encuentro Regional 2025 del Movimiento por la Comprensión Lectora, un espacio que reunió en Buenos Aires a actores clave de América Latina con un objetivo común: garantizar que todos los chicos aprendan a leer y comprender a tiempo.

El encuentro puso el foco en el caso argentino como una experiencia destacada en la región. En un contexto político fragmentado, las 24 jurisdicciones y el Estado nacional acordaron priorizar la alfabetización inicial, un compromiso que se expresó formalmente en el Compromiso Federal por la Alfabetización y en los planes jurisdiccionales presentados en mayo de 2024.

Un problema regional que exige respuestas urgentes

El diagnóstico compartido durante el evento fue contundente. Según los resultados de la evaluación ERCE de UNESCO, casi la mitad de los estudiantes latinoamericanos no alcanza los niveles mínimos de comprensión lectora. Esta situación compromete no solo las trayectorias escolares, sino también las oportunidades futuras de millones de niños y niñas.

“Tenemos un problema gravísimo”, advirtió Jaime Saavedra, director de Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe del Banco Mundial. “Casi la mitad de los estudiantes no logra niveles básicos de comprensión en tercer grado, y eso condiciona todo su recorrido educativo”. En ese marco, destacó el rol de la sociedad civil argentina para instalar la alfabetización como prioridad pública y política.

El rol clave de la sociedad civil

El Movimiento por la Comprensión Lectora, integrado por más de 400 organizaciones de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, se consolidó como un actor central en este proceso. En Argentina, la Campaña Nacional por la Alfabetización —impulsada en 2023 por más de 200 organizaciones— fue señalada como un ejemplo del impacto que puede tener la articulación entre evidencia, datos y voluntad política.

Saavedra subrayó especialmente la experiencia de Argentinos por la Educación, al señalar que logró “poner el tema en el debate político, utilizar datos y comprometer a todos los partidos” para priorizar la lectura como política educativa central.

Evidencia, monitoreo y resultados posibles

Durante una entrevista en el marco del encuentro, Mercedes Mateo, jefa de la División de Educación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), cuestionó una idea muy extendida en el debate educativo: que las reformas tardan décadas en mostrar resultados. “La evidencia demuestra que sí se puede mejorar en plazos relativamente cortos”, afirmó, y resaltó la importancia del monitoreo y la evaluación sistemática de los aprendizajes.

En la misma línea, Valtencir Mendes, jefe de Educación para América Latina y el Caribe de UNESCO, celebró que el movimiento regional articule evidencia científica, colaboración multisectorial y acciones concretas. Desde CAF, Miriam Preckler agregó que la alfabetización y la lectura deben entenderse como un objetivo estratégico compartido por toda América Latina y el Caribe, y no como un problema aislado de cada país.

Voces políticas y acuerdos más allá de las diferencias

La diversidad de oradores reflejó un punto clave del encuentro: la alfabetización se está posicionando como prioridad más allá de las diferencias ideológicas. Participaron autoridades nacionales y subnacionales como Nicolás Cataldo (Chile), Gilda Alcívar (Ecuador), Pablo Caggiani (Uruguay), José Thomas (Argentina), Kátia Cruz Schweickardt (Brasil), así como los gobernadores Leandro Zdero (Chaco) y Ronaldo Caiado (Goias, Brasil).

José Thomas, secretario general del Consejo Federal de Educación, remarcó que hoy en Argentina “todos estamos hablando el mismo idioma, con metas claras de corto, mediano y largo plazo”. Por su parte, el intendente de Mercedes, Juan Ignacio Ustárroz, señaló que en un contexto de alta polarización, la educación aparece como un camino común para reconstruir acuerdos y diálogo.

Del consenso a los resultados

Uno de los mensajes más repetidos fue que el consenso alcanzado es un avance significativo, pero no suficiente. Ben Piper, director del programa de educación global de la Fundación Gates, fue claro: “Este es un desafío difícil, pero sabemos cómo hacerlo”. En diálogo con Ignacio Ibarzábal, director de Argentinos por la Educación, destacó la necesidad de sostener la voluntad política para traducir los acuerdos en mejoras reales en las aulas.

El cierre del encuentro dejó una advertencia compartida: el verdadero desafío es convertir el consenso en resultados medibles y sostenidos. La evidencia, las políticas y la implementación cotidiana en las escuelas deben mantenerse alineadas para garantizar que todos los chicos aprendan a leer y comprender a tiempo.

El acuerdo está. El diagnóstico también. Ahora, como coincidieron los expertos, la clave será no soltar el timón.