Hablar en público es una de las experiencias profesionales más importantes. Pero además, la experiencia de vivir una exposición oral puede producir cierto nivel de inseguridad personal. Según el portal formacionyestudios, el primer paso para hablar en público con autoconfianza es comprender que sentir cierto nivel de nerviosismo previo en esta circunstancia es totalmente natural e incluso positivo. Es un estrés adaptativo que prepara tu cuerpo y tu mente para lograr este reto.
Uno de los puntos más importantes para hablar en público es la preparación de la charla. En este caso, podés apoyarte en la tecnología para lograr esta cuestión. Sin embargo, recordá que la tecnología puede ser un punto de apoyo pero vos sos el verdadero responsable.
Podés preparar un pequeño guión para tener una hoja de ruta. Un hilo conductor de la exposición que poder consultarlo y retomarlo en algún punto en el que lo has perdido. Es muy importante que hables en voz alta para poder mantener el nivel de atención de los asistentes. Algunos ponentes están sentados durante el tiempo de la exposición. Sin embargo, si tenés amplia experiencia en este tipo de pruebas, puedes ponerte de pie y moverte por el escenario mostrando un dominio del espacio.
Poné una atención especial en el lenguaje. Sin embargo, evitá el abuso de tecnicismos. Especialmente, si el auditorio puede estar integrado por personas que no tienen ese conocimiento tan profesional del tema del que trata la charla.
Tener un control de la respiración es muy importante para estar concentrado en la exposición. A veces, puede resultar especialmente complejo respirar correctamente ya que podemos quedar atrapados en nuestras propias palabras. Así como cuando leés un texto escrito, respetás los tiempos de las comas y los puntos, en tu diálogo oral recordá que es fundamental hacer estas pausas para descansar.
Al empezar a preparar el contenido de tu charla, lo más importante es que sepas exactamente cuánto tiempo va a durar la misma, de cuánto tiempo disponés para hacer tu discurso. Teniendo en cuenta además que es aconsejable reservar un margen para una ronda de preguntas.
Anclaje para mantener la calma
Para mantener la calma en una exposición en público es muy recomendable que busques un anclaje de seguridad. Por ejemplo, observá a ese aspectador de presencia amable que te transmite interés por lo que contás. Este anclaje puede servirte de ayuda, especialmente, cuando iniciás la charla y necesitás un tiempo de adaptación para sentirte totalmente integrado en esta nueva realidad.
Finalmente, para producir un mayor interés en el auditorio, realizá preguntas retóricas para mantener la atención del público en lo que vas exponiendo.
Imagen: archivo de imágenes
Comentar