Una lectura basada en datos estadísticos de los últimos 30 años de vida del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) permite dimensionar cuáles han sido las vicisitudes del organismo a partir de políticas públicas con perspectivas divergentes.
Si bien hoy la institución representa el corazón de la investigación científico-tecnológica en el país, con más de 8.500 investigadores, 9.500 becarios y 192 centros e institutos, unos pocos años atrás su capacidad de acción sucumbía ante la falta de inversión pública y sus científicos migraban hacia otros países.
Durante la década del 90 y primeros años del 2000 la institución estuvo a punto de apagarse, y junto con ella la carrera de investigador científico, una creación que nació en 1958 junto con el CONICET, de la mano de Bernardo Houssay.
Las políticas públicas aplicadas en el último decenio en la investigación en Ciencia y Técnica marcaron un camino ascendente de las variables que definen las claves del organismo: formación de recursos humanos y desarrollo de infraestructura destinados a la investigación y al desarrollo tecnológico de la Argentina.
En 2007 fue creado el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. Se implementó luego el programa RAICES, que actualmente lleva repatriados 1140 científicos, y también se avanzó con el Plan de Obras para la Ciencia y la Tecnología que llevó la inversión en infraestructura a escalas históricas.
Los avances en estos aspectos tuvieron impacto sobre el sistema universitario, dado que el 90 por ciento de las Unidades Ejecutoras (UE) del CONICET son de doble dependencia con Universidades Nacionales, a las cuales en 2012 el organismo destinó más de 2.100 millones pesos de su presupuesto.
El crecimiento de la investigación en Argentina también se observa en la producción científica. La base de datos internacional SIR Scimago (Institutions Ranking) sitúa al CONICET en el segundo lugar en Latinoamérica, después de la Universidad de San Pablo. Además, se posiciona en el puesto 79 entre 3230 instituciones que realizan investigación en todo el mundo.
La evolución del número de Investigadores, Profesionales y Técnicos de Apoyo y Becas (doctorales y postdoctorales) es uno de los parámetros a considerar para evaluar su derrotero. Actualmente, el número de recursos humanos repartidos en estas tres categorías supera las 12 mil personas.
Fuente: www.unr.edu.ar Imagen: Archivo de imágenes