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Comer en familia ayuda a los chicos a consumir más frutas y verduras

Investigadores de la Universidad de Leeds encontraron que incluso a compartir el almuerzo del domingo puede ayudar a mejorar la dieta.

La encuesta fue realizada a 2389 niños que asisten a 52 escuelas primarias en Londres, y reveló que casi dos tercios de los niños (63%) no consumen la cantidad de fruta y verduras al día recomendada por la Organización Mundial de la Salud: cinco porciones ó 400 gramos.

En detalle, los niños que siempre compartían al menos una comida con su familia en la mesa consumían en promedio 125 gr. más de frutas y verduras que los niños que nunca comían con sus familias. Incluso aquellos que dijeron comer juntos una o dos veces a la semana, consumían 95 g (1,2 partes) más que aquellos que nunca comieron con sus familias.

“Incluso si es sólo una comida familiar a la semana, cuando los niños comen juntos con los padres o hermanos mayores aprender a comer. Observar la forma en que sus padres o hermanos comen y los diferentes tipos de alimentos es fundamental en la creación de sus propios hábitos alimentarios y sus preferencias. En las familias donde los padres dijeron comer frutas y verduras todos los días, los niños comían en promedio una porción (80g) más que los niños cuyos padres nunca o rara vez comían frutas y verduras”, explicó Janet Cade, profesora de la Escuela Universitaria de Ciencias de la Alimentación y Nutrición, y supervisora del estudio.

Meaghan Christian, que dirigió el estudio como parte de su tesis doctoral, agregó: “La vida moderna a veces impide que toda la familia pueda sentarse alrededor de la mesa para la cena, pero esta investigación muestra que incluso compartir sólo el almuerzo del domingo puede ayudar a mejorar la alimentación de nuestras familias”.

Compartir la comida siempre ha sido valorado por sus beneficios sociales y de salud, que mejora el desempeño académico y es un evento ceremonial que ayuda a fortalecer las relaciones familiares, no importa cómo se defina la “familia”. “Es un tiempo para la conversación, un incentivo para planificar la comida juntos y brinda un ambiente ideal para que los padres puedan enseñar buenos modales y comportamiento a sus hijos”, explicó Janet Cade.

La Dra. Christian agregó: “Como los hábitos alimentarios se establecen en la infancia, hay que promover la comida en la familia con más intensidad en las campañas de salud pública».