El Consejo General de Educación (CGE) de Entre Ríos puso en marcha el programa «Entre Ríos Acampa», que desde 2017 busca conectar a estudiantes de todos los niveles y modalidades educativas de la provincia con el aire libre, aprendizaje y recreación en la naturaleza.
El programa se desarrolla desde 2017, cuando se creó la primera planta de campamento educativa en la localidad de Hernandarias.
Pero en la actualidad, Entre Ríos cuenta con cinco plantas de campamento en las ciudades de Santa Elena, Federal, Villaguay y Concordia.
También posee ocho espacios educativos al aire libre en Nogoyá, General Campos, La Paz, General Ramírez, Lucas González, Urdinarrain, Colón y Villa Paranacito; y cinco talleres itinerantes en la naturaleza de Paraná, Colonia Avellaneda, Diamante, Victoria y San José de Feliciano.
La iniciativa permite a los niños y niñas la «vivencia de actividades en el medio natural» y promueve, a través de proyectos y talleres, la «vida en la naturaleza y el cuidado del ambiente», destacó la directora de Educación Física del CGE, Belén Nesa.
«La necesidad de recrearse y estar en contacto con la armonía que proporciona la naturaleza da lugar a la creación de espacios alternativos», agregó.
Las jornadas al aire libre son «propuestas fundamentales», completó Nesa, tanto por su «impacto pedagógico» como por sus «alcances curriculares», ya que se articulan desde una «mirada interdisciplinaria».
El responsable del programa, Marcelo Altamirano, sostuvo que se trata de un espacio de «enseñanza y aprendizaje a través de experiencias significativas en contacto con la naturaleza».
Las propuestas contribuyen al desarrollo de los estudiantes, permitiendo «cultivar valores con un propósito educativo, viviendo democráticamente, aprendiendo a trabajar en equipo, resolviendo problemas, asumiendo responsabilidades y conciencia ambiental», dijo el funcionario, quien además mencionó que en las actividades se manifiesta la «inclusión social y el sentido de pertenencia grupal», y se generan espacio para debates.
Asimismo, se revaloriza la importancia de los recursos naturales renovables, y la relación social, los conocimientos de adelantos tecnológicos, sistemas y formas de vida en zonas densamente pobladas, explicó Altamirano, quien en conclusión señaló que se considera a cada estudiante como «agente multiplicador de estas experiencias».
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