Son numerosos los beneficios de crear vínculos afectivos en el aula. Esas relaciones se canalizan a través de dos tipos de vínculos: el que se da entre maestro-alumno y el que se da entre alumno-alumno. La suma de la calidad de estos dos va a determinar el tipo de conducta que exteriorizará la clase.
Vincularse es una “manera de relacionarse”. Hay muchas formas de vincularse, tantas como personas en el mundo. A continuación educaciontrespuntocero.com ofrece unas claves para desarrollar unos vínculos sanos y afectivos en el aula.
Vínculo maestro-alumno:
- Debe ser horizontal y no jerárquico. El maestro escucha los argumentos y sentimientos del niño.
- La autoridad sin afecto no funciona. La influencia sobre el niño debe estar basada en el afecto y no en el miedo. Es necesario que aquél se sienta amado y aceptado, sólo así integrará las reglas de conducta, valores y contenidos de manera profunda.
- El maestro es modelo de relaciones sociales y no sólo transmisor de conocimientos.
- La comunicación entre ambos contiene caricias, gestos y palabras de afecto.
Vínculo alumno-alumno:
El maestro fomenta:
- El desarrollo de la Intimidad a través de la expresión de pensamientos y sentimientos en el grupo.
- Cuidando valores como la confianza, el respeto y la tolerancia.
- El fomento del sentido del humor buscando momentos para la risa y la distensión.
Imagen: kungalv.se
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