¿Qué medida se implementó?
A partir del viernes 31 de octubre de 2025, el Ministerio de Educación porteño bloqueó el acceso a la plataforma Roblox en todas las redes escolares del sistema educativo de la ciudad. La acción se tomó como medida preventiva luego de que una familia de una escuela pública denunciara un presunto caso de grooming vinculado al uso de la plataforma, aunque fuera del horario escolar.
La medida implica el bloqueo tanto de la página web como de la aplicación cuando se conectan a la red de la escuela, y se incluye dentro de un plan mayor de seguridad digital que ya había bloqueado más de mil sitios de apuestas ilegales y juegos en línea desde redes escolares y espacios públicos.
Motivos y fundamentos de la decisión
La plataforma Roblox es extremadamente popular entre niños y adolescentes: permite crear, compartir y jugar mundos virtuales y experiencias interactivas con otros usuarios en línea.
Sin embargo, especialistas y autoridades señalaron varios riesgos asociados:
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La posibilidad de contacto con desconocidos dentro de entornos abiertos, lo que eleva la vulnerabilidad ante grooming o ciberacoso.
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La exposición a contenidos inapropiados, dada la variedad y extensión de experiencias generadas por usuarios.
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Dinámicas de juego que pueden fomentar conductas compulsivas o adictivas, al incorporar sistemas de recompensa y estímulos continuos.
En este contexto, el Ministerio indicó que las escuelas deben ser “espacios seguros también en el mundo digital”, extendiendo su responsabilidad más allá del ámbito presencial.
Consecuencias para docentes, padres y madres
Para docentes:
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Es un recordatorio de que la educación digital debe formar parte activa del curriculum: no basta con bloquear plataformas, también es clave trabajar sobre la alfabetización digital, el uso seguro, los derechos y riesgos.
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Puede ser útil aprovechar la medida como disparador para debates en clase: ¿por qué algunas aplicaciones se restringen? ¿qué significa “seguro” en internet? ¿cómo nos comportamos en entornos virtuales?
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Revisar y reforzar los protocolos internos de la escuela sobre uso de dispositivos, redes y supervisión en línea.
Para madres y padres:
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El bloqueo en la escuela no reemplaza la supervisión en el hogar. Conocer qué plataformas usan los chicos, cuáles son sus dinámicas, con quiénes interactúan, sigue siendo esencial.
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Aplicar controles parentales, conversar sobre los riesgos digitales con naturalidad y establecer tiempos y normas de uso.
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Ver el videojuego no como enemigo sino como asunto a gestionar: puede tener valor lúdico y educativo, pero requiere acompañamiento consciente.
Críticas y puntos de tensión
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Algunos críticos podrían señalar que bloquear una plataforma puede parecer una solución simplista si no se acompaña de formación, diálogo y acompañamiento. El riesgo es crear una “zona de prohibición” sin abordar las causas profundas del uso digital.
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La medida es específica para redes escolares de la ciudad, lo que plantea preguntas sobre la coherencia fuera del ámbito de la escuela: si el niño utiliza la plataforma en casa o en otra red, el riesgo persiste.
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El debate entre protección y autonomía digital se vuelve relevante: ¿hasta qué punto se controla y hasta qué punto se educa en el “cómo navegar” y no solo en el “qué no usar”?
Recomendaciones prácticas para plantear en la escuela y en el hogar
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Diseñar un taller escolar en el que los alumnos reflexionen sobre sus hábitos de juego online: qué plataformas usan, cuánto tiempo, con quiénes, cómo se sienten después.
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Guía para padres/madres: conversar antes de instalar, mostrar interés genuino, establecer normas claras (tiempo de uso, qué se comparte, con quién se interactúa).
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Integrar el tema al currículo: en clase de tecnología, ciudadanía, ética digital, proponer proyectos sobre videojuegos, sus beneficios y riesgos.
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Promover un uso consciente: no demonizar el videojuego, sino trabajarlo como objeto de estudio: qué hace que me atrape, qué estímulos genera, cómo maneja mi atención.
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Establecer un “contrato digital” familiar: tiempos máximos, zonas sin pantallas, revisión conjunta de juegos, periodos de desconexión.
La decisión de bloquear el acceso a Roblox en las redes escolares de la Ciudad de Buenos Aires no es un fin en sí mismo, sino una señal clara de que la seguridad digital ya forma parte indispensable del ámbito educativo. Para madres, padres y educadores, el reto es mayor: convertir esta medida en un punto de partida para reflexionar sobre cómo construimos entornos digitales seguros, responsables y educativos para niños y adolescentes.
La política estatal plantea el marco, pero el verdadero trabajo —y el más relevante— ocurre en las aulas, en los hogares y en los momentos de acompañamiento cotidiano.





