Los cuatro tipos de ausentismo escolar que identificó la Secretaría de Educación
El ausentismo escolar es uno de los desafíos más persistentes en la secundaria argentina. No solo afecta los aprendizajes, sino que suele anticipar procesos más complejos de rezago o abandono. En este contexto, la Secretaría de Educación presentó un estudio que marca un avance importante: identificar cuatro categorías de inasistencia que permiten comprender mejor los recorridos de los estudiantes y diseñar intervenciones más precisas.
El informe, elaborado a partir de más de 1,9 millones de registros mensuales, analiza la magnitud y la temporalidad de la asistencia y revela que detrás de las faltas no hay un único patrón, sino trayectorias diferenciadas que conviene mirar con lupa.
La presentación se realizó en un seminario interjurisdiccional, donde participaron referentes nacionales e internacionales, junto a equipos técnicos de distintas provincias. Allí también se compartieron nuevas herramientas basadas en datos nominales que buscan mejorar la gestión institucional.
Cuatro tipos de ausentismo: una radiografía más fina
El primer aporte del informe es la clasificación de cuatro categorías de asistencia, construidas a partir de patrones de comportamiento a lo largo del año escolar:
1. Asistencia regular y sostenida
Corresponde a los estudiantes que mantienen una presencia estable durante todo el ciclo lectivo. Tienen bajo nivel de faltas y un vínculo sólido con la escuela. Este grupo constituye la base del sistema: representa la trayectoria esperable cuando las condiciones educativas y familiares acompañan.
2. Alta inasistencia con recuperación final
En este caso, los estudiantes muestran picos de ausencias en determinados meses, pero logran recuperar la regularidad hacia el final del año. Este patrón revela interrupciones que, si bien son preocupantes, son reversibles. La intervención temprana puede marcar una enorme diferencia.
3. Desvinculación progresiva
El patrón más crítico: las ausencias aumentan de manera sostenida hasta llegar casi a la interrupción total de la asistencia. Es la trayectoria que anticipa el abandono escolar y requiere alertas tempranas y estrategias específicas de reenganche.
4. Asistencia regular con menor cobertura de registro
Aquí no se trata de un problema del estudiante, sino del sistema de registro. Los alumnos asisten de manera constante, pero hay menor carga administrativa de las inasistencias, lo que distorsiona la lectura del patrón. Detectarlo es clave para no confundir fallas de registro con problemas reales de asistencia.
Qué muestran los datos: tendencias y patrones
El análisis revela que la inasistencia en los departamentos observados se mantuvo cerca del 10% durante el año. Las faltas son menores en marzo y abril, y aumentan en los meses restantes. También se repite una tendencia ya conocida: más ausencias los lunes y viernes, lo que sugiere la necesidad de estrategias específicas para esos días.
El informe destaca un dato alarmante: el ausentismo crónico —estudiantes que faltan el 10% o más de los días de clase— llega al 35%. Esta cifra obliga a repensar las políticas de permanencia, especialmente en contextos donde la secundaria enfrenta dificultades estructurales.
Además, el estudio identifica tres grandes patrones de asistencia mediante análisis de secuencias y clusters:
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Patrón estable (92-93% de asistencia mensual): representa al 80% de los estudiantes, divididos en dos grupos según la cobertura de carga administrativa. Indica un vínculo fuerte y sostenido con la escuela.
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Patrón de inasistencia con recuperación (7,6%): muestra vaivenes, subas y bajas. Es un grupo en riesgo moderado que puede mejorar con intervenciones oportunas.
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Patrón de desvinculación progresiva (3%): implica ausencias crecientes hacia fin de año y señala peligro de abandono. Requiere acciones focalizadas y tempranas.
Big data y alerta temprana: un cambio de paradigma
El estudio forma parte del desarrollo de un sistema de alerta temprana para la secundaria, que busca utilizar intensivamente los registros administrativos para anticipar procesos de desconexión. En lugar de intervenir cuando el estudiante ya dejó de asistir, el objetivo es actuar antes, con evidencia en mano.
El avance de los Sistemas de Gestión Educativa (SIGED) hace posible contar con datos nominales y diarios, una herramienta poderosa para:
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detectar patrones de ausentismo,
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anticipar la desvinculación,
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fortalecer el acompañamiento pedagógico,
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y mejorar la gestión escolar en tiempo real.
Durante el seminario, donde estuvieron presentes el secretario de Educación Carlos Torrendell, la subsecretaria María Cortelezzi y el secretario del Consejo Federal José Thomas, se compartieron experiencias provinciales (Córdoba, Jujuy, Mendoza y Buenos Aires) y se analizaron los avances de Uruguay y Chile.
Un paso hacia una política de asistencia más inteligente
La identificación de distintos tipos de ausentismo no es un ejercicio técnico: es una herramienta para transformar prácticas. Comprender las trayectorias, diferenciar interrupciones breves de procesos de desconexión y actuar antes de que sea tarde constituye uno de los grandes desafíos de la secundaria argentina.
El uso de datos nominales, combinado con estrategias de acompañamiento docente y gestión escolar, abre una ventana de oportunidad: construir políticas de permanencia más precisas, más humanas y más efectivas.






