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Archivo pedagógico Cossettini: un patrimonio en movimiento

El Archivo Pedagógico Cossettini es un lugar de memoria activa de una propuesta pedagógica singular y un reservorio de experiencias educativas innovadoras que busca seguir creciendo

El Instituto Rosario de Investigaciones en Ciencias de la Educación (IRICE) , dependiente del CONICET y de la Universidad Nacional de Rosario, lleva adelante hace más de veinte años la tarea de construcción y conservación del Archivo Pedagógico Cossettini, una colección de documentos que resguarda la producción y legado de las docentes Olga y Leticia Cossettini, quienes impulsaron un innovador proyecto educativo en la Escuela Gabriel Carrasco, ubicada en el barrio Alberdi de la ciudad de Rosario.

El Archivo Pedagógico reúne documentos de esta experiencia en la escuela rosarina entre 1935 y 1950, un proyecto singular que era parte del movimiento de la escuela activa que se estaba dando a nivel mundial: materiales didácticos como cuadernos de alumnos, diarios de maestros, planificaciones de las áreas de Ciencias Naturales y Sociales; una serie epistolar que contiene cartas de personalidades de la cultura y la educación; fotografías, libros, material filmado, manuscritos inéditos y parte de la biblioteca personal de ambas. El objetivo de reunir este archivo es promover a través de estos documentos la posibilidad de pensar experiencias innovadoras en la escuela, en interacción con docentes y alumnos.

En el año 2005, el Archivo se declaró patrimonio del CONICET y desde ese momento comenzó un trabajo de digitalización del mismo para su preservación y difusión en Acceso Abierto a través de Internet por medio del diseño del dispositivo hipermedial dinámico “Memoria y Experiencia Cossettini”, un espacio colaborativo online para la construcción de conocimiento y una red sociotécnica inclusiva que resignifica, en la práctica educativa actual, la obra pedagógica de Olga y Leticia Cossettini.

Hoy en día, el archivo está en permanente movimiento, recorriendo virtual y presencialmente instituciones educativas y espacios fuera del ámbito de lo académico, a través de charlas, experiencias, talleres, actividades lúdicas para que ese reservorio de prácticas innovadoras de aprendizaje pueda hacer eco tanto a nivel local como nacional.

La Dra. Patricia San Martín (Vicedirectora del IRICE e investigadora), la Ps. Javiera Díaz (Responsable del archivo) y el Lic. Manuel Encina (adscripto al IRICE), cuentan cómo fue el proceso de construcción del archivo, su digitalización y las acciones que realizan en la ciudad y el país conjuntamente con otros investigadores y becarios para movilizar y compartir este proyecto pedagógico:»En el año 2003/2004 comenzamos a tomar conciencia de la importancia de digitalizar documentos ya que era un patrimonio valioso a conservar. La idea era poner todo ese material en acceso abierto pero le dimos una dinámica bastante diferente a lo que es un archivo tradicional. Quisimos construir un instrumento de comunicación que llegara a todos, especialmente a la comunidad educativa. Por eso cuando entrás a los Itinerarios de Memoria y Experiencia Cossettini, no solo te encontrás el documento sino también el artículo científico del investigador que estuvo estudiando este legado, así como también otros sitios de referencia de la web».

A partir del material digitalizado, y con todas esas reproducciones, en 2009 hicieron las valijas pedagógicas y crearon la actividad “La Escuela Cossettini viaja”. Se visitaron numerosas instituciones educativas de todo el país con los materiales. El objetivo fue acercar esta experiencia histórica a los docentes, y retomar desde el presente esta pedagogía innovadora. En sus palabras: «Nuestra misión es que esa experiencia volviera a las escuelas, que no quedara solo en un ámbito de investigadores sino que estuviera en un trabajo de terreno, con la gente. Trabajamos en escuelas brindando charlas, formación para docentes, trabajos en plenarias. De ahí los docentes propusieron acciones que le dieron continuidad al trabajo».

A su vez, el año pasado participaron de Tecnópolis con “Memoria y experiencia Cosettini” en el stand de CONICET: «Trabajamos con alumnos y maestros de escuelas periféricas y con actividades abiertas al público, en las cuales participaron familias. Al final de cada charla les dábamos algo para que dibujen o que escriban en torno a qué les dejó la actividad y la propuesta generó muchas reflexiones que ahora estamos compilando y analizando. La pregunta disparadora de la charla era: ¿Qué quiero de mi escuela?», relatan.

Por último, los investigadores explican qué es lo que vale la pena rescatar de la experiencia Cossettini: «Lo que verdaderamente rescatamos de la propuesta Cosettini es esa mirada de adecuación a su contexto y su realidad, ese compromiso con ese tiempo presente. Un compromiso con el niño, el sujeto, con la ciudadanía, con la familia. La reflexión permanente sobre la práctica docente y la capacitación permanente desde lo no formal, fuera del ámbito académico, en lo cultural, lo artístico, lo científico, lo social. El perfil de un maestro reflexivo, sensible, conectado con su entorno: con el periodismo, la política, la economía, en contacto permanente con los materiales que le ofrece su tiempo.

Y finalizan: «Todo esto que plantearon ellas en los años 30 sigue aún vigente para otorgar sentido a la práctica docente: la posición ética del maestro, su posición en el mundo, el uso de las nuevas tecnologías, la educación no formal, la comunicación con el contexto. Entonces poder ver que esto fue posible en una experiencia concreta, invita a resignificarla y hacer tangibles nuevas prácticas educativas».

Fuente: www.rosarioesmas.com

Imagen: IRICE