Anahí Villarruel nació en Nogoya, Entre Ríos, a los 17 años se recibió de Maestra y se fue a estudiar Arte a Buenos Aires, en lo que hoy es el Instituto Universitario Nacional del Arte. Asimismo una vez recibida decidió volver a Entre Ríos, donde se desempeñó como docente plástica, desde el nivel primario hasta el superior y el artístico. «Me jubilé siendo Rectora de una Escuela de Arte, fui presidente de la junta de clasificación nacional, en su momento, y escribí libros de educación plástica» señaló Villarruel en comunicación con Aptus Propuestas Educativas.
Con respecto a su desempeño en el arte, Anahí es escultora y trabaja el hierro desde que se recibió, «tome el hierro para expresarme 3 meses antes de recibirme. Mi maestro Enrique Romano, que era fierrero, me dijo que probara el hierro y evidentemente sabía porque me lo decía, ya que no pude dejarlo y hoy es parte de mi vida».
«Por tal motivo el nombre de la muestra que se presenta hoy, a las 19.30 hs. en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia, es Por el camino del Hierro, ya que es una exposición un tanto retrospectiva, que representa las distintas etapas de mi vida» explicó la artista.
Siendo la primera vez que expone en Rosario, la escultora, comenta que sus obras tienen un valor expresivo por lo que en ellas se transmite y por lo que la gente puede realmente sentir cuando las ve. «Así como otros se expresan con palabras, los escultores nos expresamos con las formas y es muy grato ver que la gente que no tiene contacto con la escultura puede apreciar y emocionarse frente a una obra. Eso es lo que buscamos los artistas, transmitir lo que sentimos» comentó.
Para concluir Villarruel hizó hincapié en que el talento está por todos lados. «Todo lo que sirve para expresarnos y para comunicarnos es válido. Todo lo que nos sirve para expresarnos nos hace bien y hace bien a los demás, hay que desarrollar los dones que uno tiene porque es la única manera de ser uno mismo, de sentirnos plenos y es la única manera de ser mejor persona».
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