El contraste plantea interrogantes sobre la planificación educativa y la eficiencia del sistema de formación docente en el país.
Según el informe “Institutos de formación docente”, elaborado por Romina de Luca (CONICET y CEICS), junto a María Sol Alzú y Leyre Sáenz Guillén (Argentinos por la Educación), el número de egresados de los profesorados pasó de 44.173 en 2015 a 67.827 en 2024. Paradójicamente, durante ese mismo período, la cantidad total de estudiantes en carreras de formación docente cayó un 5%, y el número de institutos aumentó apenas un 2%.
El análisis, basado en datos oficiales del Relevamiento Anual de la Secretaría de Educación, muestra una desconexión preocupante entre la oferta y la demanda real de docentes. Si bien se forman más profesionales, el sistema educativo no crece en proporción, y siguen existiendo vacancias críticas en áreas clave como Matemática, Ciencias Naturales e Idiomas.
Más institutos, menos estudiantes
Actualmente, hay 1.492 institutos de formación docente en Argentina, 34 más que en 2015. El 64% son estatales, pero concentran el 81% de la matrícula. La expansión de estas instituciones fue dispar: mientras San Luis (+67%), Chaco (+35%) y Tucumán (+26%) ampliaron significativamente su oferta, otras provincias no registraron cambios o incluso retrocesos.
En total, las carreras docentes reúnen hoy 498.443 estudiantes, un 5% menos que hace diez años. Solo 8 provincias aumentaron su matrícula, destacándose San Luis (+52%), Río Negro (+50%) y Tierra del Fuego (+26%). En contraste, La Pampa (-50%), Catamarca (-45%) y Santa Cruz (-40%) tuvieron caídas pronunciadas.
Egresados en alza, pero con grandes desequilibrios
Algunas provincias duplicaron o incluso triplicaron la cantidad de egresados: Buenos Aires (+347%), Catamarca (+310%) y Chaco (+175%) lideran el ranking. Sin embargo, otras tuvieron caídas, como Tucumán (-18%), Tierra del Fuego (-14%) y Santiago del Estero (-13%).
Para Romina de Luca, coautora del informe, los datos evidencian la urgencia de contar con información más precisa y desagregada: “Los resultados refuerzan la necesidad de evaluar el impacto real de las políticas educativas y planificar de forma más eficiente la formación docente inicial y continua”.
Una estructura sobredimensionada y sin rumbo claro
El informe señala dos particularidades del sistema argentino: el alto número de instituciones formadoras y el hecho de que la mayoría de los docentes no se forman en universidades. “Esta proliferación institucional, difícil de justificar frente a las necesidades reales, no solo persiste sino que se agrava”, advierte el sociólogo Emilio Tenti Fanfani.
Bruno Videla, profesor de secundaria, refuerza esta idea: “Faltan docentes en áreas estratégicas como Exactas y Naturales, mientras sobran en Sociales. Esto genera serias dificultades para cubrir vacantes en asignaturas clave como Matemática, que hoy está en el centro de todas las reformas curriculares”.
Planificación ausente y datos insuficientes
Para especialistas como Romina Busain, el problema no es solo la cantidad de egresados, sino las trayectorias inconclusas, el abandono y la falta de información pública por carrera y cohorte. “La ineficiencia del sistema y su desarticulación territorial deben ser revisadas con urgencia”, advierte.
Martín Salvetti, docente y finalista del Global Teacher Prize, lo resume así: “La formación docente no puede pensarse por fuera de las necesidades reales del sistema. Se necesita una política estatal activa, con financiamiento sostenido y mirada federal, capaz de garantizar una formación de calidad alineada a un proyecto educativo nacional”.
Fuente: Argentinos por la educación