Estos son los 10 propósitos educativos para este año:
Propuestas
Desarrollar un entorno positivo.
Donde alumnos y docentes puedan interactuar con iniciativa, confianza y con toda la disposición para aprender y educar.
Fomentar la expresión de emociones.
Que el aula sea un espacio favorable para expresar nuestras emociones, aprenderlas a reconocer y gestionarlas con naturalidad.
Ofrecer espacios de diálogo e intercambio.
Conectado con el propósito de expresar nuestras emociones encontramos este otro, que nos habla sobre reservar y crear espacios donde podamos expresarnos y dialogar más sobre aquello que nos ocupa y nos preocupa.
Trabajar por la efectiva resolución de conflictos.
También a través del diálogo, la expresión que sentimos cuando hay un problema, escuchar las partes y mirar de resolverlo de una manera efectiva, de manera que aprendamos.
Mejorar la comunicación.
Tanto en el aula como con nuestros compañeros, a través de las reuniones de ciclo, los consejos y las reuniones de departamento. ¿Y si este año buscamos estrategias para comunicarnos más y mejor?
Participar activamente en el cuidado y conservación del medio natural.
El contacto con la naturaleza contribuye a mejorar el desarrollo motor y cognitivo, la capacidad de estar más atentos, la autonomía o la adquisición de valores.
Potenciar la capacidad de observación.
El acceso y el abuso de las pantallas nos empeñamos a vivir a un ritmo acelerado. Desde el aula hay que trabajar la capacidad de observación para educar la inteligencia y la concentración.
Promover la autonomía.
¿Es nuestra aula un espacio que ayuda a los niños y niñas a ser más autónomos? Quizás un buen propósito para este año nuevo sea el de adaptar aquellos espacios que presentan obstáculos o generar nuevos que os ayuden a promover la autonomía.
Cultivar el espíritu crítico.
Es fundamental para que los niños y niñas aprendan a tomar decisiones autónomamente y sean capaces de desarrollar una personalidad independiente. La motivación, la empatía y la capacidad de argumentar son solo algunas de las habilidades que nos servirán para construir niños/as críticos/as.
Implicar a niños/as y familias.
Implicar a las familias en el día a día es fundamental para conseguir sinergias comunes y avanzar hacia un objetivo común: conseguir que los aprendizajes sean transversales y enriquecedores en los propósitos educativos.
Fuente: educaciondocente.es
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