Transformar la secundaria es un desafío histórico para Argentina. Así lo piensa la Fundación Voz, una ONG con sede en Buenos Aires, que surgió hace cuatro años y cuyo principal objetivo es impulsar el cambio incluyendo todas las voces que representan la educación.
“Lo que necesitamos es que todos los que consideren que tiene que cambiar, se escuchen y podamos acordar líneas de trabajo común para generarlo. Hay mucha gente que está haciendo cosas pero está todo muy desarticulado, no hay trabajo colectivo y muchos de los esfuerzos quedan inviables”, explicó en una entrevista Alberto Croce, educador popular y director ejecutivo de la Fundación Voz.
Uno de los principales desafíos para generar cambios es lograr consensos para llevarlos adelante de manera generalizada. Esto involucra a todos los actores: funcionarios, directivos, docentes, sindicatos, centros de estudiantes, cooperadoras, familias, universidades, etc. “En los dos primeros dos años nos reunirnos con todos los que tenían algo que ver con la escuela secundaria. Comenzamos haciendo reuniones separadas con cada uno y les preguntábamos cuáles pensaban que tenían que ser los cambios en la secundaria. Cuando logramos hacer eso, los juntamos para que se contaran entre sí lo que habían avanzado”, contó Croce.
De todo ese trabajo inmenso que se hizo surgieron las “ocho banderas de la transformación”, los ejes comunes a poner en marcha para lograr los cambios en la secundaria.
Las banderas
Una de las banderas que engloba a otras y es clave en la transformación es cambiar las maneras de enseñar y aprender en las aulas. Tal como cuenta el director de la Fundación, la escuela tiene que ser “más activa, inclusiva, participativa, que responda más a los intereses de los chicos, que permita la investigación, que se apoye más en la tecnología y que incorpore más lo emocional”.
Otra cuestión importante tiene que ver con el acompañamiento de las trayectorias individuales de los estudiantes, no enseñar como si todos fueran iguales. “Queremos que se respete la diversidad, las diferencias culturales, económicas, sexuales, ideológicas, eso implica otro tipo de acompañamiento”, explicó Croce.
Por último, es muy importante el fortalecimiento institucional de las escuelas. “Hay que lograr que la escuela funcione mejor, que los docentes estén más tiempo con los chicos, que reciban capacitación, que estén más comprometidos con el proyecto institucional, y que haya más recursos, mejor equipamiento e infraestructura en las escuelas”, continuó explicando el educador.
Un proyecto nacional
Consultado acerca del alcance del proyecto, el director explicó que apunta a todo el país y se centran especialmente en escuelas de gestión estatal: “Hay algunas también que son de gestión social o comunitaria y hay una o dos privadas que son bastante innovadoras en su trabajo con el secundario y que a nosotros nos parecieron muy interesantes para sumar”.
Croce contó que les interesa especialmente la transformación pensando en aquellos chicos que tienen la secundaria como su única oportunidad. “Para los chicos de sectores más pobres la secundaria es una puerta, si no tienen una buena experiencia quedan en el camino. Es por eso que es muy importante tener una secundaria que responda a las necesidades que tienen los jóvenes de hoy”.
En todas las direcciones
La segunda etapa del proyecto de la Fundación, que es donde se encuentran ahora, consiste en avanzar con las banderas en la práctica: “Es donde estamos ahora, ya lleva dos años de trabajo y hemos dado pasos interesantes”, adelantó Croce y continuó: “Una de las cosas que se logró en este tiempo es que el Consejo Federal de Educación hiciera un acuerdo en el cual tomó la decisión de que todas las provincias tienen que lanzar planes de transformación de la secundaria. Ya hay algunas provincias que lo tienen y están llevando a cabo la transformación, como Neuquén, Río Negro, Buenos Aires, Córdoba. Esa es una transformación que va de arriba para abajo”.
A su vez, la transformación también se da de abajo para arriba, en el trabajo que se realiza desde las escuelas. “Si no ponen en marcha el plan queda solamente en las reglamentaciones”, expresó el educador y agregó: “Después hay trabajos que son más en el medio. Hay universidades que están empujando la transformación y fundaciones como el CIPPEC, la OEI, UNICEF que brindan su asesoramiento”.
Otro de los hitos obtenidos hasta ahora con el proyecto es haber creado una Mesa Nacional de Centros de Estudiantes de todo el país con federaciones de 16 provincias, que antes no existía. “Son chicos que piensan cómo mejorar la escuela secundaria”, resaltó el director.
“Cuando hablamos de transformación de la secundaria no quiere decir transformarla en un shopping o en un club, o en una biblioteca popular. La escuela secundaria es la escuela, siempre va a seguir siéndolo, pero necesitamos que tenga otras características y todos tenemos que involucrarnos”, concluyó el educador.
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