El Design Thinking o Pensamiento de Diseño es una metodología que surge con los diseñadores y su método para resolver problemas y satisfacer así las necesidades de sus clientes. Cuando estos hacen un diseño y lo presentan a su empleador, o cuando este les solicita plasmar determinada idea sin indicar exactamente la forma, los diseñadores emplean esta técnica para resolver sus problemas y llegar a una solución que conforme a las dos partes.
Tal como publica Universia.es, observando los retos impuestos, las necesidades de cada una de las partes, el mensaje a transmitir y la mejor forma de llegar a una solución, el Design Thinking se presenta como un método innovador y creativo para pensar una salida desde un enfoque distinto. En los últimos años este concepto se ha introducido en el mundo de los negocios, los distintos mercados y también la educación.
En sistemas educativos anticuados y obsoletos, este concepto promete identificar los problemas de los estudiantes con mayor precisión y así generar alumnos comprometidos, innovadores y creativos. Los emprendedores del mañana se forman hoy en día en colegios y universidades de todo el mundo a través de técnicas de Design Thinking que sus docentes emplean para motivarlos.
Los estudiantes necesitan procesos individuales, adaptados específicamente a sus necesidades y no métodos encasillados en una sola realidad educativa genérica que no aplica correctamente a todos los tipos de estudiantes. Ante esto, los docentes pueden valerse del Design Thinking para generar estas estrategias y así brindar a sus alumnos una mejor experiencia dentro del aula. Al hacer esto, los alumnos comenzarán a:
– Desarrollar una mentalidad de solucionadores de problemas, analizando constantemente las diferentes variables para llegar a la mejor de las soluciones.
– Se comprometen con sus acciones en el aula, buscando siempre las mejores formas de aprender.
– Comprenderán que son dueños de su aprendizaje, y que por ello deben trabajar. Así, pondrán más compromiso con sus tareas.
– Se vuelven más sensibles a las problemáticas de otras personas.
– Desarrollan un mayor grado de empatía y de humildad, partiendo de su propio esfuerzo para aprender a valorar el de otros.
– Incrementan su curiosidad por aprender más y conocer el mundo.
– Aprenden a trabajar en equipo, a sumar voluntades en busca de un fin común.
En conclusión, para formar futuros profesionales comprometidos y motivados con su trabajo, el Design Thinking es un arma fundamental.
Fuente: Universia España
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