Con el auge de la tecnología los seres humanos han cambiado la forma de aprender y de relacionarse. Computadoras, internet, dispositivos móviles, redes sociales, motores de búsqueda, recordatorios de calendarios, agendas, notas. ¿Los seres humanos han adquirido memorias externas? ¿Cuáles son los trastornos en el comportamiento que han surgido con el avance de la tecnología e internet?
La neuróloga Marcela Cohen, miembro de la Clínica y Maternidad Suizo Argentina, explicó que «existe la creencia que el uso de tecnologías e internet tiene un efecto de pérdida de la independencia».
«Previo al surgimiento de la llamada era digital, las personas recordaban números telefónicos, cumpleaños, direcciones, citas, entre otras. En un estudio publicado en Science el 14 de julio de 2011, se asegura que internet se ha convertido en la fuente primaria de memoria externa», detalló Cohen.
La neuróloga comentó que «hay estudios que sugieren que la población ha comenzado a utilizar internet como “banco personal de datos”, conocido como el “efectoGoogle”. Esta memoria transactiva representa la forma actual de acopio de datos».
«Si bien puede verse como detrimento para el ejercicio de la memoria, desarrolla otras áreas como la creatividad y rápida asociación al acceder a lecturas simultáneas.
Internet se está expandiendo en valores inmensurables con la aparición de los dispositivos móviles. No sólo se puede agendar, calendarizar, si no que estos dispositivos (smart phones, tablets, palmtop, entre otros) han revolucionado el uso de internet generando una dependencia continua por parte de los usuarios. El uso de telefonía celular, en nuestro país ha aumentado en valores más que significativos: en el 2004 habían 35,2 celulares cada 100 habitantes, y en el 2011 esta cifra trepó a 134,9 cada 100 habitantes», indicó.
La especilista comentó que en el caso de los niños y adolescentes, «es innegable el lugar que ocupan la computación e internet en la edad escolar, su utilización estimula y promueve la actividad grupal y acompaña las técnicas didácticas sin sustituirlas».
«Las estadísticas citan a nuestro país como un gran consumidor de horas por persona de internet. En Sudamérica, hay un grupo de países comprendidos en la franja de 46 a 66 usuarios cada 100 habitantes que incluye: Argentina, Uruguay, Brasil, Chile y Colombia. En cambio, se encuentran en la franja del 22 al 46: Paraguay, Bolivia, Perú, Ecuador, Venezuela y Guayama», dijo.
Señaló también que «esta revolución tecnológica con internet en “todos lados” también tiene sus consecuencias. Nuevas enfermedades y trastornos de comportamiento han surgido producto de la tecno-dependencia».
«Durante el pasado año, en Buenos Aires, la consulta por tecnoadiccón aumentó entre un 30 y 45% lo que genera una preocupación por su creciente incremento en los últimos 3 años. A parte de consultas, han aparecido nuevos términos para poder explicar los trastornos de comportamiento negativos que se evidencian por el excesivo uso de las tecnologías de la información y la computación a niveles psicológicos.
El término tecnoestrés se refiere al estrés específico derivado de la introducción y el uso de nuevas tecnologías en el trabajo», añadió.
Cohen indicó que «se encuentra directamente relacionado con los efectos psicológicos negativos del uso de las tecnologías de la información y la comunicación. Actualmente, se reconocen 3 variantes: tecnoansiedad, tecnofatiga y tecnoadicción».
«La primera, tecnoansiedad, es una sensación no placentera de tensión y malestar por el uso de tecnología. Una de sus variables es la tecnofobia, la cual involucra resistencia, miedo y hostilidad hacia la tecnología. La segunda, tecnofatiga, es la aparición del cansancio mental e incapacidad para estructurar y asimilar la nueva información derivada del uso de internet.
La tercera, tecnoadicción, es la necesidad incontrolable de usar la tecnología en todo momento y lugar. A largo plazo, estas personas terminan siendo dependientes constantes de la tecnología», agregó.
A pesar de estos trastornos surgidos producto de la evolución y expansión de internet y los dispositivos que permiten su alcance casi constante, existen beneficios, según la Dra. Cohen, de este crecimiento a nivel psicológico, entre los que podemos mencionar:
- Mayor actividad cerebral en gente mayor: motivación para poder mantener una comunicación más fluida con sus hijos y nietos. Genera una sensación de cercanía.
- Redes Sociales: en la memoria se han transformado en una agenda electrónica de contactos y noticias.
- Rapidez visual y motora, deducción, concentración y atención utilizadas en los juegos son propiciadas como una forma de gimnasia cerebral.
- Estimula y promueve la actividad grupal y acompaña las técnicas didácticas sin sustituirlas.
«Como parte de la revolución de las comunicaciones dada durante la última década, los seres humanos han depositado parte de su información en las memorias externas. Si bien el uso del internet en “todos lados” a través de los dispositivos móviles genera beneficios psicológicos, sus trastornos deben ser conocidos y prevenidos. Para tener una idea de cuánta información circula por día en internet, recientemente se publicó que en Google es alrededor de 1 billón de ítems, 4 billones en Facebook y 350 billones en Twitter. En este ultimo caso, dividido por 56 millones de usuarios, representaría 6250 piezas de información diaria. ¡Con estos datos, seguro no nos resultaría difícil creer que no recordaríamos gran parte de ellos!», concluyó.
Fuente: asteriscos.tv
Imagen: longitudeonda.com
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