Se trata de «Lecturas que transforman», un espacio especialmente pensado para el encuentro que por quinto año consecutivo invita a vivir la experiencia de un bombardeo de ideas innovadoras, adonde los visitantes encontrarán los libros que le cambiaron la vida a lectores como el basquetbolista Manu Ginóbili, la chef Narda Lepes o el matemático Adrián Paenza.
El encuentro previsto para la segunda mitad del año y al que sus seguidores ya pueden anotarse vía Internet, contará con «una librería donde los únicos libros que podrás comprar son los que inspiraron a nuestros oradores, organizados en mesas con el nombre de cada uno y un cartel muy grande donde se lea qué cambiaron de sus vidas estos textos», explicó su fundador, Gerardo Garbulsky.
La pregunta es «qué otras maneras existen de acercarse a las lecturas que nos pueden inspirar», dice el coordinador acerca de las conferencias maratónicas que comenzaron hace 30 años en Estados Unidos -20 oradores, uno tras otro, hablando de lo que más supieran o gustara: cambio climático, ciencia del levante, creación de órganos- y que hoy se reproducen en todo el mundo.
«La forma de elegir lo que leemos cambió de manera importante en el último siglo: esencialmente alguien recomienda un libro o entrás a una librería donde está la mesa de los más publicados, las ofertas especiales y demás temas. ¿Cómo hacés para encontrar algo que pueda inspirarte y gustar en esa arquitectura, esa foma de organizar las cosas?», pregunta Garbulsky.
«Si bien algunas tiendas de internet ofrecen listas automáticas señalando qué otros libros compró el lector del título que uno eligió o comentarios de seguidores on line, la manera de elegir libros sigue siendo canónica en todas las librerías del mundo: vas a la sección cocina o negocios y buscás entre un orden alfabético que no da una pista de nada», postula.
«Por eso -continuó- le preguntamos a varios de nuestros oradores qué libros los impactaron transformando sus vidas, teniendo en cuenta que muchos de ellos inspiraron a quienes escucharon sus charlas y quizá puedan seguir haciéndolo compartiendo sus lecturas, un idea que trasciende los talleres de lectores por su masividad».
«Las enseñanzas de Don Juan», de Carlos Castaneda, le hicieron descubrir a la dramaturga Vivi Tellas que «las cosas no son lo que parecen»; mientras que «Las venas abiertas de América Latina», de Eduardo Galeano, le hicieron entener a Ginóbili la historia de su continente; y las «Tácticas del poder de Jesucristo», de Jay Haly, le hicieron ver al urbanista Ronald Shakespear «el fracaso como parte del plan» .
En su segunda presentación, «la librería ofrecerá una versión aumentada que incluirá los textos del último año y los que este año pondrán otros 13 oradores», adelantó Garbulsky.
Los oradores de la décima edición no se darán a conocer hasta ya sorteadas y entregadas las entradas que deben solicitar en www.tedxriodelaplata.org «porque el objetivo no es ir escuchar un tema en particular, sino vivir la experiencia de recibir una ametralladora de ideas que sirvan para derribar fronteras y herramientas para mejorar la calidad de vida y pensamiento».
En esa página -«que pronto contará con un espacio para las `lecturas que transforman`»- los cibernautas pueden postular a quiénes convocar, mientras que por Facebook y Twitter pueden acceder a la mismas experiencia que 1500 personas disfrutaron en 2013 en la porteña Usina del Arte ya que a diario se postean videos de los oradores.
«Parte de estas charlas y lecturas conforman una inicativa de educación que busca ayudar a que maestros y profesores de todos los niveles mejoren la experiencia en el aula -indicó Garbulsky-, a partir de guías pedagógicas que los educadores pueden bajar con sugerencias sobre cómo utilizar el material, objetivos y formas de evaluación».
«La comunidad educativa está sedienta de nuevas formas de mejorar su interacción en el aula porque desde lo formal se sigue planteando como en el siglo XIX, una necesidad que se plasma en los 2000 seguidores que ese grupo tiene en Facebook, interactuando».
Esto responde, analiza, a que «la educación formal quedó muy rezagada, diseñada para ser buen empleado y acatar órdenes cuando esas habilidades no serán las que necesitemos a futuro, sino creatividad, innovación, pensar de maneras distintas e integrar cuestiones que antes se pensaban por separado».
Físico de formación, Garbulsky estudió en la UBA y se doctoró en el instituto tecnológico de Massachusetts MIT y hace seis años que dedica la mitad de su tiempo a este proyecto de educación no formal que atrae a miles de estudiantes y trabajadores de empresas varias, en busca de ampliar su pensamiento.
Ocurre que los medios de comunicación «muestran poca gente que te permita ver un mundo distinto y está bueno sembrar nuevos temas de conversación en la calle, en casa, el trabajo o el lugar de estudio, no hablar sólo de la farándula o el último escándalo político, sino sumar temas que nos van a impactar en el futuro».
TEDx Río de la Plata es un fenómeno que crece con casi 23.000 seguidores en Twitter y más de 25.000 en Facebook -contra 10 mil registrado hace año y medio en cada plataforma- y videos con seis millones de bajadas en Internet contra el millón y medio registrado a fines de 2012.
Los eventos -charlas concatenadas que con pausas para interactuar con pares y oradores duran 10 horas y se transmiten en vivo por internet- «generan una escucha activa que provoca nuevas ideas al prestar atención a gente que hizo o esté haciendo cosas que nos ayudan a entender el mundo o imaginarnos un futuro distinto», resumió.
Fuente: Télam. Imagen: TEDxRiodelaPlata
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