El Palacio Nacional de las Artes, con el apoyo del Centro Cultural Coreano, presenta «Kino Palais», un ciclo de films de acción curados por el experto en cine coreano Marcelo Alderete. Un recorrido por la historia y la política de Corea a través de las mejores películas de acción de reconocidos directores contemporáneos.
Se podrán ver:
Memorias de un asesino (Salinui chueok), 2003, Corea, Dir. Bong Joon-ho, 128 minutos. Viernes 3 de enero, sábado 18 de enero y domingo 2 de febrero a las 19.
Memorias de un asesino sigue a un grupo de policías tras los pasos de un asesino serial suelto en una zona rural de Corea. Al contrario de lo que suele ocurrir con las películas de este género, el asesino (un mal omnisciente) pasa por momentos a un segundo plano, y el foco de la historia se centra en los policías, su lucha contra la burocracia estatal y otros males sociales. Los cruces de género y destellos de humor negro ya presentes en su ópera prima logran aquí una medida exacta, para redondear una película casi perfecta (extracto del Catálogo del 28º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata).
Pez verde (Chorok mulkogi), 1997, Corea, Dir. Lee Chang-dong, 114 minutos. Sábado 4 de enero y domingo 19 de enero a las 19.
Primer largometraje en la carrera de este reconocido realizador (de quien ya hemos proyectado Secret Sunshine y Poesía, en 2012 y 2013 respectivamente). Tras haber finalizado el servicio militar y con pocas perspectivas en su vida, Mak-dong debe encontrar un camino para conseguir una mejor vida para él y su familia. En este trayecto, el joven se internará en el mundo del crimen. Con recursos típicos del film noir y del melodrama, este film fue un exitoso puntapié en la carrera de Lee.
Caramelo de menta (Bakha satang), 1999, Corea, Dir. Lee Chang-dong, 135 minutos. Domingo 5 de enero y viernes 24 de enero a las 19.
Película que parte de un episodio trágico (un sucidio) y de ahí hacia el pasado, a buscar las causas de dicho suceso. En este trayecto, Lee retrata en capítulos la vida del protagonista y en paralelo recorre la convulsionada situación de Corea del Sur entre los años 1979 y 1999, las secuelas y repercusiones en sus habitantes.
Área de Seguridad Conjunta (Gongdong gyeongbi guyeok JSA), 2000, Corea, Dir. Park Chan-wook, 110 minutos. Viernes 10 de enero y sábado 25 de enero a las 19.
Un oficial de inteligencia suizo de origen coreano es enviado a investigar la muerte de dos soldados norcoreanos hallados en la hipervigilada “Area de Seguridad Conjunta”. Un film de acción e intriga policial que no deja de lado las inevitables referencias a la situación política de un país demediado desde hace más de sesenta años.
Una vida agridulce (Dalkomhan insaeng), 2005, Corea, Dir. Kim Ji-woon, 120 minutos. Sábado 11 de enero y domingo 26 de enero a las 19.
Kang, el líder de una banda de gangsters, le asigna a Sun-woo, su mano derecha, la tarea de vigilar a su novia Hee-soo, con el fin de averiguar quién es el otro hombre con quien él sospecha que ella lo engaña. La historia se complica una vez que Sun-woo decide desobedecer las órdenes de su jefe. Una pieza clave del cine coreano de acción contemporáneo, en la que los elementos propios del género, la utilización de la música y la dirección de fotografía generan una narración precisa.
Un sucio carnaval (Biyeolhan geori), 2006, Corea, Dir. Yoo Ha, 141 minutos. Domingo 12 de enero y viernes 31 de enero a las 19.
Este film presenta la historia de Kim Byung-doo, un criminal veinteañero que lucha para encontrar “trabajos” que lo ayuden a soportar la carga económica de su familia. Un día se encuentra con Min-ho, un viejo amigo devenido director de cine, quien le pide que lo ayude en su nueva película sobre gangsters, cosa que él acepta. Esa decisión traerá consecuencias trágicas.
El perseguidor (Chugyeogja), 2008, Corea, Dir. Na Hong-jin, 123 minutos. Viernes 17 de enero y sábado 1 de febrero a las 19.
El expolicía y actual proxeneta Joong-ho se halla irritado porque algunas de las chicas que regentea desaparecen sin saldar deudas con él. Una noche, recibe una llamada de un cliente y envía a Mi-jin. Ahí se da cuenta de que el número telefónico del cliente es igual al de las últimas llamadas que recibieron las chicas desaparecidas. Por eso, comienza a sospechar y va en busca de Mi-jin. Durante su búsqueda abolla un auto en el callejón cuyo conductor lleva en la remera sangre derramada y presiente que aquel hombre, Yeong-min, es el sospechoso. A partir de esto, Na Hong-jin desarrolla un thriller que distorsiona y resignifica las estructuras convencionales del género, aunque sin perder un ápice de acción y tensión.
Imagen:.cultura.gob.ar
Comentar