Hace 30 años, Jorge Marcovecchio, investigador del CONICET y doctor en Ciencias Biológicas, junto con otros becarios investigadores, comenzaron a medir la contaminación en los sistemas marinos costeros de Argentina y a evaluar la calidad ambiental. Algunos de los tóxicos analizados fueron los “hidrocarburos aromáticos policíclicos”, los cuales perjudican el ambiente y destruyen lentamente la vida marina.
Su investigación, desarrollada en Bahía Blanca, abarca un sector que se relaciona permanentemente con este tipo de hidrocarburos. A pesar de hallarse en los sedimentos de los estuarios, el biólogo explica que aún no encontraron efectos concretos a diferencia de la zona del Río de La Plata donde se “han hallado peces que tenían malformaciones orgánicas y disfunciones fisiológicas por acción de este tipo de contaminantes”.
La quema de combustibles fósiles naturales (petróleo, carbón y gas natural) suele ser la causa principal de este tipo de contaminación, pero también lo son aquellos desechos que se desprenden de los procesos industriales que deterioran constantemente el medio ambiente.
En cuanto a las opciones que existen para preservar el ambiente natural, Marcovecchio afirma que “es importante impedir su ingreso utilizando combustibles limpios o filtros en los sistemas de combustión que impidan su liberación para evitar inconvenientes”.
Fuente: Agencia CTyS
Comentar