El sociólogo polaco Zygmunt Barman, autor de obras como Amor líquido, Vida líquida y Tiempos líquidos retoma el concepto que da cuenta del tránsito de una modernidad “sólida” a una “líquida” —flexible, voluble— en la que las estructuras sociales se descomponen y derriten antes de que alcancen su cometido, en este caso a partir de un abordaje centrado en la educación.
En “Sobre la educación en un mundo líquido: Conversaciones con Ricardo Mazzeo”, editado por Paidós, el pensador polaco reflexiona sobre el rol de la educación y de los educadores en un mundo que implica incertidumbre y maleabilidad, además de haber socavado los fundamentos de la solidaridad social.
El sociólogo asegura que muchos jóvenes sienten la tentación de quedarse al margen, de no participar en la sociedad: algunos de ellos se refugian en un mundo de juegos on line y de relaciones virtuales, de anorexia, depresión, violencia, alcohol e incluso de drogas duras, en un intento de protegerse de un entorno que cada vez más se percibe como hostil y peligroso.
Bauman sostiene que es crucial transformar el sistema educativo, aunque la tarea de construcción de otra educación requiere pensarla de formas distintas: «Aun debemos aprender el arte de vivir en un mundo sobresaturado de información. Y también debemos aprender el aún más difícil arte de preparar a las próximas generaciones para vivir en semejante mundo”.
“Sobre la educación en un mundo líquido” es el segundo libro de conversaciones publicado por Bauman, ya que el primero fue La ambivalencia de la modernidad y otras conversaciones, un esclarecedor diálogo con Keith Tester, catedrático de Teoría Social en la Universidad de Portsmouth (Polity Press, 2001).
Fuente: TELAM
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