Vivimos en un mundo en constante evolución tecnológica. Cada aspecto de la sociedad se está viendo alterado por la saturación informativa, que cada vez se vuelve más y más visual. Esto también afecta al mundo de la educación.
En 2018 estos avances seguirán desarrollándose y veremos nuevas tendencias. Las aulas se globalizarán y ofrecerán opciones de aprendizaje adaptadas a las necesidades de cada alumno. Universia repasa algunas de estas tendencias que marcarán la evolución de la educación:
La programación y la robótica
El pensamiento robótico y la programación serán una pieza importante en el éxito de cada alumno. Les motiva a razonar de manera lógica y a crear mediante programación nuevas funciones para los dispositivos. Es uno de los trabajos del futuro y su presencia va en aumento en muchas aulas de todo el mundo.
Además, tienen un impacto enorme en la experiencia de la enseñanza, ya que ayudan a los alumnos a desarrollar capacidades para entender ideas abstractas y adquieren conocimientos informáticos muy útiles para su futuro.
Enseñanza visual
La formación mediante imágenes está de moda. La sobreinformación, unida a una menor capacidad de concentración característica de los nativos digitales, hace necesaria la formación visual. Aprender a través de recursos interactivos será la norma en unos años y una mecánica muy presente ya en la educación en 2018. Se trata del aprendizaje a través de imágenes y de la capacidad para conectar ideas complejas y jerarquizarlas.
Para muchos expertos, la educación visual es la solución al bloqueo cognitivo. Las nuevas tecnologías como los proyectores interactivos o las gafas de realidad virtual permiten que la experiencia sea posible en las aulas de este año.
Mindfulness
El mindfulness te sonará a un tipo de meditación (lo es), pero también es una tendencia clave en la evolución educativa en 2018. Esta metodología revolucionaria consiste en educar a través de las emociones. La formación emocional se centra en la influencia que éstas tienen en el proceso de aprendizaje. Los estímulos positivos potencian el aprendizaje.
En esencia, la educación emocional es muy similar al mindfulness, donde se persigue el bienestar físico y mental, reduciendo el estrés y fomentando la felicidad. En la enseñanza los objetivos son los mismos. La educación se basa en el entretenimiento y en las emociones para lograr grandes resultados.
Conocimiento compartido
El conocimiento compartido depende en gran medida de nuevas tecnologías como el almacenamiento en nube o Google Docs. Con ellas, los alumnos acceden a recursos compartidos y pueden trabajar en equipo con estudiantes de cualquier lugar del mundo. Si bien es algo que ya se ve en las aulas, en 2018 evolucionará todavía más.
Imagen: hoychicas.com
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